El Ayuntamiento de Tarragona ha decidido desmontar el conjunto de las graderías que configuran la suma cavea, la parte más alta del anfiteatro romano de Tarraco. Esta zona fue rehabilitada en los años 70, pero actualmente se encuentra en un estado de deterioro que supone "un peligro", según afirman desde el consistorio. Se trata de una estructura reconstruida, pero que se habría hecho "con poco criterio constructivo", según afirma la arquitecta municipal Raquel Casals. Casals ha defendido que no pueden salvar este parto del anfiteatro, y finalmente se retirará porque no tiene "nada de interés histórico" y dejarla a la intemperie puede comportar "un problema de seguridad". Los técnicos prevén desmontar la totalidad de estas graderías antes de las fiestas de Navidad y no contemplan reconstruir la zona en un futuro próximo.

Después de los aguaceros del pasado mes de septiembre, el Ayuntamiento de Tarragona decidió desmontar de urgencia una parte de las graderías del anfiteatro por riesgo de hundimiento. La lluvia agrandó las grietas, que ya eran visibles desde hacía años en esta zona del edificio romano, y según han contado los técnicos municipales, el agua acumulada "va enfondrar parte del terreno, en menos de 24 horas". Desde entonces, se ha trabajado para revertir una situación que finalmente, es "insalvable". Según el Ayuntamiento de Tarragona, estos dos meses "se ha rebajado hasta tres metros de lo que era la grada reconstruida" y que se mantenía apuntalada por un andamio desde el 2018.

El concejal de Patrimoni de l'Ajuntament de Tarragona, Hermán Pinedo, ha contado que los técnicos podrían rebajar el terreno hasta seis o siete metros, teniendo en cuenta "la seguridad del monumento y de los visitantes" porque se trata de una "estructura que se reconstruyó mal" en los años setenta.

De momento, la zona de la suma cavea, la parte más alta, no se restaurará, aunque el consistorio reivindica una reconstrucción "bien hecha" de esta parte del edificio romano. El Ayuntamiento de Tarragona redactará un plan director del anfiteatro romano durante el 2023, con el cual se quiere marcar las próximas líneas de actuación en el conjunto del monumento. En esta línea, Pinedo asegura que también se hará un seguimiento, a través de un proyecto de monitorización, sobre cuál es el impacto que provoca el paso de los trenes en la estructura, teniendo en cuenta la proximidad de las vías. Para el conjunto de las obras de la suma cavea, la concejalía de Patrimonio ha destinado una partida presupuestaria de 350.000 euros.