El gobierno de derechas del Ayuntamiento de Madrid anunció en la última Comisión de Cultura que destinará como mínimo 30.000 euros del presupuesto municipal a la tauromaquia. Y es una cifra mínima, ya que este dinero tan sólo irá destinado a la inversión en recuperar los premios taurinos de San Isidro para el año 2020. Pero todavía no se especifica cuánto costará volver a abrir la escuela taurina Marcial Lalanda (cerrada en 2014 por el gobierno de Manuela Carmena), y la proyección para que los toros estén presentes en diferentes eventos culturales de la ciudad: Fitur, Madrid Otra Mirada y en itinerarios por la ciudad.

La iniciativa la enmarcan bajo el paraguas de considerar que los toros son de interés cultural. El alcalde José Luis Martínez-Almeida ya ha anunciado que espera encontrar la misma sintonía con la Comunidad de Madrid, donde también gobierna su partido, el PP. La decisión ya ha empezado a levantar polémica. El concejal de Más Madrid Luis Cueta ha recordado que el anterior gobierno municipal eliminó las ayudas a la tauromaquia porque "tienen que aportar la pasta los bodegueros, criadores y millonarios que viven del toro", en vez de los impuestos de los contribuyentes.

Madrid pasará de tener un claro compromiso animalista con garantías públicas por el respeto a los seres vivos porque creían que "era el momento de entrar en el siglo XXI", a volver al legado de años anteriores donde se equipara la cultura con la muerte de un animal.