La autopsia definitiva de la niña de 13 años asesinada a principios de junio en Vilanova i la Geltrú por un vecino de sus abuelos ha ratificado que la víctima murió por asfixia, tal como indicaban los informes provisionales. Según ha podido saber la ACN, el documento concluye que la menor perdió la vida debido al estrangulamiento provocado por las manos de un adulto y por una correa y determina que las diversas heridas de cuchillo repartidas en diferentes punto del cuerpo fueron posteriores a la muerte.

Por otra parte, recientemente los médicos forenses han emitido un informe complementario relacionado con las lesiones localizadas en los genitales de la niña. Los médicos dan definitivamente por descartada la violación, pero aseguran que las marcas son compatibles con golpes producidos por un objeto.

El informe complementario redactado por los forenses se centra en la presencia de sangre en los genitales del cadáver, ya que el día del crimen los médicos no pudieron determinar el motivo de la hemorragia ni de la lesión. En el documento emitido ahora, los médicos concluyen que la víctima recibió golpes con un objeto externo, de manera que se podría tratar de un "intento de penetración", según apuntan fuentes judiciales a la ACN. Los forenses señalan que estos golpes habrían sido previos a la muerte de la menor.

Por otra parte, la jueza que investiga este crimen tomará próximamente declaración a la hija del autor confeso de la muerte de la niña, que está en prisión desde principios de junio. El mismo día también está citada la tutora que la víctima tenía en la escuela durante el curso pasado.

Al mismo tiempo, coincidiendo con estas declaraciones, la jueza ha citado como testigos a dos vecinas de la zona donde apareció muerta la menor. Se trata de dos médicos que entraron en la habitación donde apareció el cadáver de la niña antes de que llegaran los servicios de emergencias.