La jornada trágica vivida ayer en Catalunya ha golpeado a la comunidad internacional y ha puesto Barcelona en el centro mediático del mundo. Las muestras de solidaridad se han repetido por todo el mundo en las últimas horas ante los ataques terroristas. La comunidad catalana presente en la UCE, personas venidas de todos los Països Catalans, ha vivido el atentado especialmente de cerca y con mucho desánimo. Así lo han vivido los catalanes en Prada (Conflent).

Ayer por la tarde, la noticia del atentado cayó como un jarro de agua fría en los salones de actos, en los pasillos, por toda la Universitat Catalana d'Estiu. Con las primeras informaciones, llegaron las primeras muestras de solidaridad. Los alumnos se prestaban los teléfonos para poder contactar con sus familias y amigos y así poder comprobar que se estaban bien. Así lo explica Alba Alcaide, una profesora de 30 años que pudo ver de primera mano estas muestras de solidaridad. "La gente se acompañaba, se dejaba los teléfonos...", explica todavía emocionada.

"¿Dónde se ha metido este chico?"

Alba, de Perpinyà, se preocupó mucho por su cuñado, que vive en Barcelona. "Iba al centro de la ciudad por trabajo. Normalmente, cuando va siempre se queda hasta la noche por allí, por Tallers, por Rambla de Catalunya". El momento de angustia que vivió duró unos minutos, los que tardó en contestarle el mensaje. "'¿Dónde se ha metido este chico?', pensé". Se ve que había tenido que hacer guardia en la farmacia y no se quedó.

Testimoni UCE / AA

Después, tal como explica, sufrió mucho miedo al conocer el relato de un amigo suyo. "Me explicó que estaba en el Triangle cuando llegó mucha gente atemorizada", explica la chica sobre el momento en que la multitud huía hacia todas partes, presa de la confusión.

"Todos podríamos haber estado allí"

El caso de Jaume Marvà, de Balaguer, fue diferente. Estaba haciendo senderismo, una actividad fuera de Prada, cuando le llegó la noticia. "Un compañero recibió un mensaje, nos quedamos sorprendidos. Había bastante confusión".

Testimoni UCE /AA

Jaume vivió en Barcelona durante años y tiene una extraña sensación cuando piensa en el suceso, aunque todavía no ha podido apreciar su alcance. "Tengo la sensación de que todos podríamos haber estado allí. Me he paseado muchas veces", explica Jaume, que añade que la gente que es de fuera de la capital "acostumbra a pasear más por el centro".

Testimoni UCE /AA

Víctor Jurado ha pasado muchas más veces por allí. Este estudiante de historia pasaba casi cada día por el lugar del atropello. "De la universidad hacia casa este año habré pasado unas 50 veces". Él muestra incredulidad ante los acontecimientos. A él, Barcelona lo pilla más cerca. Es vecino de Sant Boi de Llobregat. "No me lo acababa de creer. Me quedé muy sorprendido", apunta.

"No me imaginaba que pudiera pasar en Cambrils"

En Prada también hay alumnos como Adrià Aragonès, que vive en Reus, municipio situado muy cerca de Cambrils, donde hubo otro ataque. "No se me imaginaba que pudiera pasar allí", explica todavía sorprendido. No acaba de entender cómo el ataque pudo tener lugar en la población y menos todavía un día entre semana: "Si hubiera sido un sábado por la noche, podría haber sido mucho peor".

Testimoni UCE /AA

Adrià reaccionó rápidamente. "Pregunté a los amigos si alguien estaba allí. Mucha gente trabaja allí", comenta sobre el momento en que recibió la noticia. Ahora, más tranquilo, celebra que no hubiera ningún amigo ni familiar entre los heridos. Lamenta que después del atentado hayan aparecido pintadas xenófobas en la zona. "Eso afectará a la convivencia y fomentará más radicalización", lamenta.

"Es como si hubiera pasado en el País Valencià"

"Los catalanes y los valencianos somos primos hermanos. Eso siempre se ha dicho y ayer se vio", explica Josep-Vicent Sanxis, que es portavoz de AMICSprada. Josep-Vicent explica que su sensación es "como si el atentado hubiera pasado en el País Valencià". En las últimas horas, y más teniendo en cuenta que en la UCE hay muchos catalanes, ha sentido Barcelona "muy cerca".

Testimoni UCE /AA

Explica que siente "orgullo" por la reacción de solidaridad de los valencianos, que han guardado hoy minutos de silencio por todo el País Valencià. De no haber estado en Prada, Josep-Vicent explica que le hubiera gustado ir a Barcelona, ciudad con la que tiene muchos vínculos: "Hubiera ido a la plaza de Catalunya para cerrar filas en las manifestaciones, para decir a los terroristas que estamos unidos". Como él, el resto de testigos ayer estaba en Prada, pero sus pensamientos en Barcelona.