¿Puede un profesor lucir el lazo amarillo en el aula? La respuesta es sí. Eso es lo que defienden las asociaciones de padres y madres, agrupadas a través de la Fapac y la Fapaes, que esta mañana han participado en un acto de rechazo a los ataques que recibe la escuela catalana.

Su portavoz, Xènia Amorós ha afirmado que "llevar un lazo amarillo tiene un contenido político, y no llevarlo, también". "La base es el respeto", ha dicho. Para Amorós, la libertad de expresión no se puede limitar: "Es como si alguien llevara una camiseta del Txe Guevara, un lazo lila el 8 de marzo o uno cruz o un pañuelo en la cabeza"

Para Maria Vinuesa, de Rosa Sensat, hacerse esta pregunta ya es "un reflejo del momento en el que estamos", y defiende que un lazo amarillo en el aula es un elemento de debate, "una oportunidad" para los maestros: "Estamos diciendo que la escuela es un reflejo de la sociedad y que sociedad y escuela van unidos. Sería kafkiano rehuir lo que está fuera".

Según Teresa Esparbé, de Comisiones Obreras, para el alumnado "es importante" ver que hay diferentes docentes, "unos lo llevarán, otros no... ven diferentes opiniones y se va haciendo la suya, conjuntamente con su família". Asegura que "sacar eso de las aulas es sacar reflexión y pensamiento crítico".