El diario británico The Guardian ha pubicado hoy un artículo titulado "La reacción de Catalunya contra el terrorismo muestra que está preparada para la independencia". El texto, escrito por Luke Stobart, indica que no es habitual que se produzcan atentados en un territorio en disputa nacional que puede llevar a la secesión.

El artículo explica que Catalunya está inmersa en un proceso soberanista y que el Govern ha convocado un referéndum sobre la independencia el próximo 1 de octubre, y se pregunta si los atentados pueden alterar de alguna manera este escenario. Citando al escritor Suso del Toro, subraya que el trabajo de la policía catalana después del atentado ha sido alabado, mientras que "Madrid ha excluido a los Mossos de los organismos de seguridad nacionales e internacionales —incluida la Europol—: un hecho que ahora es visto como irresponsable y la decisión ha dado marcha atrás [hace referencia al anuncio que hizo el delegado Enric Millo, posteriormente desmentido]", apunta.

Luke Stobart alaba también que la reacción catalana no haya sido solo una demanda de seguridad, como sucedió a su entender en Francia o en Estados Unidos, sino que se haya introducido el discurso del "No tinc por" (No tengo miedo), que es "incompatible" con el conflicto con el mundo musulmán. Recuerda, en este sentido, que un grupo ultra intentó manifestarse en La Rambla, y que fue echado del lugar. "Los discursos de odio antimusulmán en las redes sociales han sido de forma abrumadora en español, más que en catalán", precisa.

Según el articulista, el movimiento independentista es un factor que puede amortiguar los riesgos de islamofobia, por su "atmósfera liberal", y también los ayuntamientos progresistas. Todo ello, y la reacción que ha tenido Barcelona como ciudad, "ayudará a desmentir los discursos tan celebrados de presentar a los catalanohablantes como nacionalistas estrechos". "En consecuencia, una reacción autoritaria del Estado contra el referéndum es ahora más complicada políticamente", añade.

El texto apunta que el Gobierno está intentando convertir la manifestación del sábado en Barcelona, convocada por la Generalitat y el Ayuntamiento, en una marcha por la "unidad de España", si bien recuerda que eso tiene límites, también porque la mayoría de víctimas no eran españolas. Recuerda también las críticas de la CUP al rey Felipe VI.

"Podríamos corear un 'bravo' al pueblo catalán por haber demostrado dignidad ante la adversidad. Quizás sea el momento en el que se les debería dar la oportunidad de dirigir sus propios asuntos", concluye.