El cielo de Alaska está recurrentemente tintado por las auroras boreales, hecho que atrae a muchos apasionados por este fenómeno y turistas. Esta noche, los habitantes de Alaska y aficionados a la observación de auroras, se quedaron con palmo de narices al ver que sobre las clásicas cortinas de estas luces del norte aparecía otra aurora espiral. Como si se tratara de una película de ciencia ficción, este extraño fenómeno apareció en el cielo, pero ¿por qué?

Todo esto no se debe a un fenómeno natural, sino a la acción humana, Concretamente, a la acción de uno de los humanos más ricos del mundo: el multimillonario adicto a los medios, Elon Musk. Según publica The Guardian, la causa de esta espiral luminosa se debe al exceso de combustible que se había liberado desde un cohete de SpaceX que se lanzó desde California unas tres horas antes de que apareciera la aurora.

Sin embargo, es posible preguntarse por qué este fenómeno no sucede más a menudo, pues cohetes se tiran muchos. Todo se debe al hecho de que, algunas veces, el combustible de los cohetes se tiene que tirar, pero no siempre. "Cuando lo hacen a gran altitud, este combustible se convierte en hielo. Y si pasa por la luz del sol, cuando te encuentras en la oscuridad en la Tierra, puedes verlo como una especie de gran nube, y a veces es un remolino", ha explicado al diario británico Don Hampton, profesor asociado de investigación en el Instituto Geofísico Fairbanks de la Universidad de Alaska.

Un fenómeno viral

Es un fenómeno muy raro, el mismo Hampton afirma haberlo visto solo tres veces en su vida. Si un profesional lo ha visto tan pocas veces, es de esperar que la población general quedara estupefacta. Así ha sido y muchos se han apresurado a capturar este momento con fotografías o vídeos y compartirlos por internet. Se trata de testigos que muestran un fenómeno extraño e impresionante. La aurora se mueve lentamente y se va desvaneciendo, pero durante unas horas ha sorprendido a Alaska y todo internet.

El fracaso de Space X

El cohete que ha dejado su huella en el cielo de Alaska por tener que deshacerse del exceso de combustible no iba a ser el protagonista de la última jornada. Este título recaía sobre la nave Starship de SpaceX, la cual estaría preparada para ir a Marte. Sin embargo, como ya es habitual en los proyectos de Space X, la misión se ha cancelado ante la mirada escéptica de todo el mundo. Un nuevo fracaso para una de las compañías de Musk.