Álvaro Uribe, expresidente de Colombia entre el 2002 y 2010, fue el gran triunfador en el plebiscito por el proceso de paz en el que lideró el "no" a los acuerdos firmados por el gobierno con las FARC. Uribe, que calificó de show el acto de la firma de los acuerdos en Cartagena, pidió el cese de la violencia, la protección para los guerrilleros y que cesen todos los delitos, incluido el narcotráfico y la extorsión.

El líder del Centro Democrático transmitió un mensaje de esperanza que algunos analíticos políticos no se creen: "Queremos aportar a un pacto por la paz", manifestó en un discurso leído de cinco minutos en el que pidió "justicia, no derogación de la institución, pluralismo político sin que pueda percibirse como premio al delito, y justicia social sin poner en riesgo a la empresa honorable".

Uribe también se dirigió a los votantes del "sí" y a los abstencionistas: "Colombianos, corrijamos, la democracia de nuestra patria ha sido superior a toda la presión oficial para imponer el sí". También exigió austeridad al Gobierno y al Congreso y promoción de la confianza privada. Y finalizó con un mensaje favorable a los militares colombianos: "Con afecto y solidaridad con nuestros soldados y policías integrantes de las fuerzas armadas pedimos se le dé un alivio judicial".

Pese a las buenas palabras nadie duda que Uribe seguirá siendo duro con la guerrilla.