La Generalitat tendrá que indemnizar con 3.800 euros por los daños psicológicos sufridos, a un alumno víctima de acoso escolar, a quien el centro no protegió a pesar de las reiteradas denuncias de la familia, según la sentencia.

La sentencia es firme y los hechos juzgados se remontan a entre los años 2009 y 2013, cuando el niño, que ahora vive en Estados Unidos, cursaba P4 en la escuela Plan de Mar, en el barrio de Coma-ruga, en El Vendrell (Baix Penedès).

El acoso se mantuvo hasta tercero de primaria y, aunque la familia del niño se entrevistó con la dirección del centro varias veces, no se aplicaron medidas ni informaron a las familias de los asediadores.

Los profesores intervinieron después de acumularse las quejas y llegaron el caso en los juzgados, y pidieron al resto de la clase que hicieran una redacción sobre el sucedido para que tomaran conciencia de la gravedad de los hechos.

Los trabajos describían insultos, robos de pertenencias y maltratos continuados y concluían pidiendo perdón a su compañero, al que también dedicaban dibujos. Estos escritos han servido de prueba en el juicio y también un informe psicológico conforme el niño sufrió estrés posttraumático por el hostigamiento en la lo sometieron los otros alumnos.

La sentencia concluye que no se activó ninguno de los protocolos previstos para proteger al niño de acoso, burlas, amenazas y agresiones, a pesar de conocer el caso y de haber podido evitarlo.

El centro ignoraba las denuncias de la madre de la víctima, reducía el acoso que sufrió en "cosas de niños" y no convocó a las familias de los asediadores