El conductor del vehículo accidentado el sábado en la T-11 en Tarragona, en la que murieron dos jóvenes leridanas, no había obtenido nunca el carnet de conducir. Según han confirmado los Mossos D'Esquadra, el chico, de 22 años, dio negativo en el test de drogas, pero a la prueba de alcoholemia dio un resultado de 0,19 mg/l en aire aspirado.

Este valor se considera positivo dado que el conductor no disponía de carnet de conducir, aunque no lo sería en caso de ser un conductor experimentado.

La investigación del accidente continúa abierta y, entre otros, se está procediendo al análisis del velocímetro del vehículo accidentado. Hay que recordar que el turismo circulaba además de 140 km/h en un tramo limitado a 40 km/h, cuando se estampó contra una valla de hormigón de la rotonda de las Gabarras, saltó un talud y se precipitó al A-7 por un terraplén.

Como consecuencia del accidente, que se registró hacia las nueve menos cuarto de la mañana del sábado en la T-11, murieron la pasajera delantera y la posterior del vehículo. Se trata de Elisenda C.L., de 27 años y vecina de Alcoletge (Segrià), y Tamara O.G., de 19 años y vecina de Lleida, respectivamente. El coche, un Volkswagen Golf, era propiedad de la chica de más edad y, según fuentes conocedoras del caso, los tres volvían de celebrar el cumpleaños de ella en Salou.

Por su parte, en el conductor, a Adrián R., un vecino de Lleida de 22 años, lo trasladaron en estado grave al Hospital Juan XXIII de Tarragona, donde este jueves continúa ingresado y evoluciona favorablemente de las heridas.

Después de producirse el siniestro, los Mossos D'Esquadra abrieron una investigación para determinar si el joven incurrió en algún hecho delictivo. En este sentido, se le podría acusar de un delito contra la seguridad en el tráfico por conducción temeraria o, incluso, de dos delitos de homicidio imprudente. A estas alturas, sin embargo, este extremo no se ha producido, según fuentes policiales.