Suena el teléfono y un hombre alerta de que ha visto tres coches con nueve encapuchados dentro y armados. Al cabo de unos minutos vuelve a sonar el teléfono. Es el mismo hombre. Lo han encañonado y le han robado la moto. Inmediatamente se activa todo un dispositivo de emergencias y seguridad. Cuando llegan al lugar de los hechos, sin embargo, no hay nada. Todo mentira.

Es una de las llamadas que ha recibido el 112 y que son bromas o llamadas de mala fe. "Entre la broma y la mala fe, hay un hilo muy pequeño", dice a El Nacional el director del servicio de emergencias, Federic Adam. "Muchas veces van muy unidas, sobre todo cuando hay amenazas de bomba falsas", añade.

El 112 ha recibido desde el 2011 hasta ahora 51 llamadas de mala fe y bromas. Todas ellas han acabado en un expediente. Y 10 de estos, en sanción. Las multas van de los 601€ a los 60.000€. Ahora mismo hay 16 expedientes abiertos y cinco más que se están examinando para ver si reúnen las condiciones para iniciar un expediente sancionador.

Con todo, el dato es insignificante si se compara con las 2.800.000 llamadas que recibe al año el 112. Son muy esporádicas y repartidas en el territorio. El perfil de quien hace estas llamadas son, mayoritariamente hombres, de entre los 20 y los 40 años. De las 51 llamadas falsas al 112, seis las han hecho mujeres y 46 han sido hombres. "No son lo bastante conscientes de las sanciones", dice el director del servicio de emergencias.

Las bromas o llamadas de mala fe que hacen activar todo un dispositivo están diferenciadas de las falsas alarmas. El director del 112 prefiere que los llamen siempre. Aunque las llamadas pasan un filtro, el director del 112 explica que "preferimos equivocarnos y comprobar que lo que nos están diciendo no es cierto".

Los operadores del 112 son personas con formación especial. Reciben 3 tipos de grados. "A veces lo detectan enseguida, porque ríen o tienen un tono extraño", dice Adam. Lo que es seguro es que quien ha hecho una broma una vez no la volverá a hacer porque su teléfono queda registrado y si vuelve a llamar, el telefonio lo delata.

Aunque el número de bromas que recibe el 112 no es preocupante "sí que es cierto que la situación que están viviendo las personas que ven cómo se activa un operativo a raíz de una de estas llamadas trampa, crea una alarma social". Y eso si que preocupa. Porque en el contexto actual, que se desplieguen diferentes unidades de mossos, ambulancias y bomberos genera sorpresa y en algunos casos miedo. El 112 tiene previstos 500 protocolos de actuación. Cada hecho tiene un dispositivo previsto que está pensado para cada caso y prevé la activación del SEM, Mossos y Bomberos.

Mala fe

Hay un tipo de llamadas, que son las que se hacen de mala fe o para aprovecharse de la situación, que son las que sorprenden más. Como una del 2014, de un hombre que avisaba de que se había dejado las llaves dentro de casa y que tenía el gas abierto. Fueron los bomberos y comprobaron que el gas estaba cerrado y que el hombre sólo pretendía entrar en su casa y ahorrarse el dinero que le costaba un cerrajero.

Otra llamada hizo activar la policía delante un presunto homicidio. El testigo llamó diciendo que había visto cómo apuñalaban a una persona en la calle y que después el asesino había huido. En realidad le habían robado la cartera y sólo quería que los Mossos fueran rápido.

También hay revanchas personales. Como la de un hombre que denunció el robo en un bar donde presuntamente se hacían actividades ilegales. Cuando fue la policía no pasaba nada. El hombre sólo quería perjudicar al propietario que lo había echado un día porque había bebido demasiado. Otro llamada hizo activar todo un dispositivo de bomberos ante un supuesto incendio en una tienda que hizo desalojar toda la zona. El que llamó sólo quería molestar al propietario del establecimiento con quien tenía una enemistad de hacía tiempo.

Bromas

Entre las bromas que se han hecho estos últimos años hay la de unos jóvenes estudiantes que llamaron alertando de que los vecinos de arriba hacían mucho ruidos. Cuando llegó la policía todos los ocupantes del piso dormían. Fue una broma que hicieron a unos compañeros de universidad que vivían encima.

Otro hombre llamó para alertar de que hacía dos días que no veía a su vecino. Tampoco le abría la puerta de casa, a pesar de que, explicaba, oía ruidos extraños dentro. Cuando llegó la policía, el hombre que había llamado al 112 entró dentro de la casa y cogió un objeto que decía que era suyo.

La ley

Las sanciones para este tipo de llamadas están reguladas por la Ley 9/2007 y pueden ser graves o muy graves. El régimen sancionador está previsto en los artículos 33 y ss. de la ley y prevé las multas en este tipo de llamadas: hacer llamadas en el teléfono de atención y gestión de llamadas de urgencia 112 para comunicar avisos falsos de urgencias o emergencias que den lugar a la movilización de recursos, hacer infracciones graves que pongan en peligro la vida o la integridad física de las personas o aumenten la situación de riesgo colectivo grave o las consecuencias de una catástrofe o calamidad, hacer llamadas reiteradas en el teléfono de atención y gestión de llamadas de urgencia 112 para comunicar avisos falsos de emergencias y hacer llamadas abusivas, insultantes, amenazadoras o jocosas en el teléfono de atención y gestión de llamadas de urgencia 112 que afecten a la eficacia del servicio.