El jefe de Epidemiología del Hospital Clínico, Antoni Trilla, ha opinado que hay que empezar a estudiar que los niños puedan salir a la calle después de más de cuatro semanas confinados.

"Poco a poco, viendo los datos, uno de los objetivos es ver qué grupos de población pueden tener una cierta movilidad cuando acabe esta segunda parte del confinamiento", ha indicado a Catalunya Ràdio, dónde ha constatado que lo que será difícil es que tengan contacto con los abuelos.

También ha dado por hecho que se producirán "incendios pequeños" a partir de la vuelta al trabajo de miles de personas, pero ha pedido hacer pruebas rápidas a las personas que empiecen a tener síntomas con el fin de evitar grandes. De esta forma se podrían aislar los infectados y sus contactos.

Hacer pruebas rápidas y masivas, ha dicho, es la estrategia recomendada para "detectar nuevos incendios grandes" cuando se empiezan a relajar las medidas de confinamiento. "Incendios pequeños tendremos seguro", ha avisado. En todo caso, ha remarcado que hasta de aquí cinco o diez días no se podrán ver los efectos de la vuelta al trabajo.

También ha reconocido que hubiera ayudado a que todos los países europeos se hubieran puesto de acuerdo en una misma estrategia.

Con respecto a las cifras de España, ha remarcado que la de muertes por población es de las más altas, pero ha indicado que habrá que esperar a tener más datos, porque "probablemente hay personas que han muerto y no se las ha etiquetado", por una parte, y porque también "muy probablemente hay muchas más personas infectadas de las que se cuentan", lo que haría bajar la tasa de mortalidad.