El mundo tendría suficientes dosis de vacunas contra la covid a principios del año que viene para inocular a toda la población adulta a escala mundial si los países occidentales no acumulan estas vacunas para utilizarlas en dosis de refuerzo. Así lo ha dicho el jefe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus.

"Es probable que los programas las dosis de refuerzo generalizadas prolonguen la pandemia de covid-19, en lugar de acabarla, al desviar el suministro en países que ya tienen altos niveles de cobertura de vacunación, dando al virus más oportunidades de propagarse y mutar", ha dicho Tedros, y ha añadido que "ningún país puede salir rápidamente de la pandemia".

Los comentarios, que recoge el The Guardian, siguen las predicciones de los funcionarios de la región africana de la OMS a principios de este mes que los países africanos tendrían que recibir casi mil millones de dosis en el mismo periodo de tiempo.

Tedros ha hecho esta mención cuando la epidemióloga de la OMS Maria Van Kerkhove dijo que la organización estaba considerando reclasificar variantes anteriores de covid-19, incluidas las variantes alfa, beta y gama, ya que parecían no estar ya en circulación. Sin embargo, Kerkhove advirtió contra informes recientes, incluidos los de Sudáfrica, que sugirieron que la variante de ómicron que se extiende por todo el mundo puede ser menos grave que las variantes anteriores, y dijo que todavía había datos insuficientes para emitir un juicio.

Más información sobre ómicron

Hasta ahora se ha dicho que las personas que han tenido esta nueva variante del coronavirus han notado síntomas más leves. Cuando menos, estas son las noticias que llegan de la Asociación Médica de Sudáfrica. Ahora bien, el dolor de cabeza, dolor de garganta, cansancio y malestar general son síntomas que todavía persisten en esta nueva variante. Algunos síntomas, sin embargo, han perdido frecuencia. La pérdida del gusto y del olfato, muy evidentes con la variante alfa y menos con el delta, podrían haber disminuido todavía más con la ómicron. Algunos estudios constatan que la tos ha desaparecido prácticamente y que la fiebre no es tan común. Otros, siguen marcando estos dos síntomas como una característica más. Según el Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés), la congestión o la secreción nasal, también ganarían terreno.

Algunos otros cambios radican en el periodo de incubación. Con ómicron podría ser menor, de entre 3 y 4 días, tal como subraya la investigación de Discovery –aseguradora de salud privada mayor de Sudáfrica- y se hace eco lo mismo digital –hasta ahora era variable, de entre 5 a 7 días, con una media de 5,1 días según el mismo ECDC-. La incertidumbre, sin embargo, hace que todo lo que venga de esta nueva variante se coja con pinzas y toda precaución es poca. En este sentido, la Comisión de Salud Pública acordó que todo el mundo que hubiera mantenido contacto con una persona contagiado con la variante ómicron tendría que guardar una cuarentena de 10 días.

 

 

 

Imagen principal: un miembro del personal sanitario sostiene una vacuna de AstraZeneca / Efe