Los ritmos de vida están cambiando. Los jóvenes cada vez tardan más en independizarse y tener una vida estable y eso hace que los tempos sociales cambien. Especialmente, eso afecta a las mujeres, que ven como precariedad juvenil, la inestabilidad económica, la falta de mecanismos de conciliación laboral o el retraso de la vida amorosa no van acuerdo con la capacidad reproductiva. Eso provoca que la maternidad se alargue en el tiempo y que se convierta en una cuestión que preocupa a muchas de ellas.
Por eso, repasamos todo lo que tienes que saber sobre salud femenina después de los cuarenta y te explicamos cuáles son los mejores profesionales de cada sector.
Ser madre después de los 40 es posible
Aunque la maternidad tardía esté cargada de tabúes, hay que recordar que no es del todo tarde para cumplir este sueño. Los cambios culturales, sociales y económicos que hemos vivido en los últimos años en nuestra casa han provocado que, inevitablemente, el deseo de ser madre de muchas mujeres se tenga que prolongar en el tiempo. Así pues, cada vez es más habitual que las mujeres se enfrenten a dificultades cuando llega el momento de tener hijos por cuestiones de edad. Por suerte, las actuales técnicas de reproducción asistida hacen que haya varias maneras de cumplir este sueño después de los cuarenta.
"La mujer tarda más en tener su primer hijo. A partir de cierta edad la mujer pierde su capacidad de quedar embarazada. En los 30 ya cae y en los 35 más significativamente. Hasta el punto que el 50% de las mujeres de más de 40 años no quedan embarazadas naturalmente al cabo de un año de intentarlo. Pero eso no quiere decir que no puedan ser madres, sino que necesitarán técnicas de reproducción asistida", explica Xavier Saura, director médico y socio fundador de FecunMed, un centro de reproducción asistida del Grupo Eugin, una de las compañías pioneras de toda Europa que hace más de veinticinco años que hacen realidad las ilusiones de miles de madres de nuestro país.
En FecunMed estudian en profundidad a cada mujer y cuentan con hasta seis técnicas para ofrecer aquello que se adapte mejor a las necesidades para aumentar las probabilidades de embarazo. Y es que todos sus tratamientos y técnicas de reproducción asistida están avaladas por numerosos sistemas de gestión integrada de calidad. Se hace estudio completo con el fin de ajustar el máximo el tratamiento a cada paciente: una valoración del hombre por si los problemas son seminales, una valoración de las estructuras uterinas para comprobar que no haya ningún desorden en el útero o en las trompas de Falopio y una evaluación de la reserva ovárica y de los mecanismos de ovulación. Según los resultados, puede ser que se necesite algún tratamiento médico o quirúrgico, pero, según Saura, en la mayoría de casos lo que hace falta es luchar contra una calidad ovular baja a causa de la edad.
Así puedes aliviar el embarazo disminuyendo las complicaciones médicas
"Las enfermedades durante el embarazo han ido aumentando progresivamente durante los últimos años", según explican los expertos del Hospital El Pilar, del Grupo Quirónsalud. Eso se explica debido fundamentalmente al hecho que la edad materna gestacional ha incrementado significativamente en las últimas 2 décadas, no siente infrecuente un primer embarazo cuando la madre tiene entre 35-40 años. "Este hecho hace que estas madres que, tienen sus hijos de forma más tardía, tengan más riesgo de sufrir enfermedades que aparecen en torno a estas edades como la hipertensión arterial o la diabetes mellitus", relatan.
Sin embargo, el riesgo de tener diferentes patologías puede ser identificado y minimizado mediante un estudio el primer trimestre del embarazo, el cual genera un plan para reducir el riesgo de sufrir complicaciones gestacionales que pueden afectar tanto a la madre como a su futuro hijo. Es el caso de Risk-Free Pregnancy ltd, un nuevo estudio que identifica factores de riesgo para las 10 patologías médicas más frecuentes en el embarazo y provee de un plan|plano específico para evitar en la medida del posible que estas enfermedades aparezcan durante el embarazo. El equipo de Ginecología y Obstetricia del Hospital El Pilar, liderado por la doctora Escayola y el doctor Torrent, pone a disposición de sus pacientes este plan de prevención de la mano del doctor Cándido Muñoz, especialista en patología médica gestacional y fundador de Risk-Free Pregnancy.
Autoexploración mamaria
Por otra parte, a cierta edad hay que estar especialmente atenta a los pechos. "Una autoexploración mamaria consiste a examinar de forma periódica las mamas con el fin de detectar precozmente cualquier alteración que haga sospechar la presencia de un tumor", relata el doctor Miquel Àngel Jiménez, jefe de servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario Sagrado Corazón, que nos explica cómo se tiene que realizar una autoexploración mamaria, que consiste en un método de revisión útil y esencial, especialmente si se combina con mamografías, ecografías y revisiones ginecológicas anuales en mujeres mayores de 40 años o en menores de esta edad con una historia familiar de cáncer de mama, antecedentes de patología mamaria o mamas muy densas.
El doctor señala que "es aconsejable realizar esta prueba una vez al mes para familiarizarse con ella y conocer el aspecto de las mamas". También se recomienda hacer la exploración durante la semana posterior al periodo menstrual, ya que las mamas son menos sensibles e inflamadas. Además, los niveles hormonales fluctúan durante el ciclo causante cambios en el tejido mamario. Si ya no se tiene la menstruación, para establecer un hábito, es recomendable escoger un día fácil de recordar, apunta al doctor Jiménez.
El doctor señala que para realizar una buena autoexploración, la mujer se tiene que situar delante de un espejo desnuda de cintura para arriba colocando los brazos en los lados; observar si hay arrugas, hoyuelos o alteraciones en la medida, forma o asimetría de las mamas; verificar si los pezones están hundidos; inspeccionar las mamas mientras se presionan las manos sobre las caderas; levantar los brazos sobre la cabeza con las palmas de las manos haciendo presión una sobre la otra mientras se siguen observando las mamas y levantar las mamas y mirar si los pliegues de la base son simétricos.
La autopalpación se puede realizar recostada boca arriba en una superficie plana o a la ducha. En la primera posición hay que tener en cuenta que al apoyarse, el tejido mamario es más fácil de palpar. Para hacerlo, se utilizan los tres dedos corazón, la palma de la mano o el dorso de los dedos. El objetivo del examen es sentir diferentes profundidades de las mamas al utilizar varios niveles de presión para palpar todo el tejido mamario: una presión ligera para el tejido más próximo a la piel, una presión media para palpar un poco más profundo y una presión firme para palpar el tejido más próximo al tórax y a las costillas.