La mejor decisión que se puede tomar cuando aparece en nuestra piel cualquier lesión sospechosa es acudir a la consulta del dermatólogo. También es conveniente revisar de forma periódica los lunares del cuerpo, ya que la detección temprana de un cáncer de piel es de suma importancia para minimizar sus consecuencias.
Actualmente, hay diferentes tipos de tecnología que son cada vez más importantes como asistencia en el trabajo de un dermatólogo, ayudando en el diagnóstico temprano y en el seguimiento de la evolución de las lesiones. Entre ellas, la inteligencia artificial (IA), una tecnología disruptiva que va a jugar un papel cada vez más importante en los diagnósticos, la dermatoscopia digital y las mejoras en la tecnología para la detección por imagen.
¿Cómo se entrena una IA para la detección de cáncer de piel?
El “alimento” de un modelo de inteligencia artificial son los datos, y como expone la doctora María José García Fernández de Villalta, jefa del Servicio de Dermatología del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, es importante la cantidad, pero también la calidad de los datos.
En el caso de un modelo de IA entrenado para la detección de cáncer de piel, los datos que se van a usar son imágenes e información clínica. Se necesitarán un elevado número de imágenes, sin sesgos en la selección, de buena calidad, estandarizadas y bien etiquetadas. Sobre el tipo de imágenes, la doctora Fernández de Villalta explica: “Deben incluir tanto cánceres de piel como lesiones cutáneas benignas, lesiones muy frecuentes y también lesiones menos frecuentes, y diferentes fototipos de piel, y por esto es necesario un gran volumen de datos, para lo cual es imprescindible la participación del dermatólogo”.
Una vez se cuenta con un modelo de inteligencia artificial entrenado para la detección de cáncer de piel, añade la doctora, es importante validar los resultados en ensayos clínicos y posteriormente en la vida real. “Si un sistema de IA falla”, añade, “para detectar el motivo, todo el proceso debería poder ser auditable”. De ahí la gran importancia de contar con el liderazgo de dermatólogos en estos proyectos.
Teledermatología y tecnología móvil
La pandemia, considera el doctor Ricardo Ruíz Rodríguez, Director de la Clínica Dermatológica Internacional y Jefe de Servicio de Dermatología del Hospital Ruber Internacional, supuso el impulso que necesitaba la telemedicina, para incorporarse plenamente a nuestro día a día. El hecho de que la dermatología sea una especialidad visual, añade, facilita que “a través de imágenes podemos diagnosticar infinidad de lesiones sugestivas de malignidad”.
Una consulta de teledermatología puede realizarse de médico de familia a dermatólogo, o bien de paciente a dermatólogo directamente. La ventaja de su uso es que, en muchos casos, la teledermatología ahorra tiempo de espera, permitiendo al dermatólogo diagnosticar lesiones malignas en estadios más precoces. Es un complemento de las consultas presenciales de gran utilidad.
Avances en dermatoscopia digital
Como explica el doctor Ruiz Rodríguez, “el dermatoscopio es el fonendoscopio del dermatólogo”, ya que “gracias a este dispositivo óptico podemos ver a través de la piel y diagnosticar lesiones invisibles al ojo clínico”.
Los nuevos sistemas de dermatoscopia han evolucionado y ahora incorporan cámaras de alta resolución, así como inteligencia artificial para poder detectar cambios sospechosos de malignidad. Adicionalmente, nos explica el doctor, “estos nuevos dispositivos pueden comparar imágenes y resaltar mínimos cambios que sugieren que las lesiones son inestables y por consiguiente se deben extirpar”.
En la Unidad de Dermatología del Hospital Ruber Internacional y Clínica Dermatológica Internacional disponen del Canfield IntelliStudio, un equipo con sistema mixto de fotografía corporal automatizado en 2 dimensiones y dermatoscopia digital integrada. Un equipo de este tipo detecta los cambios macroscópicos y así agiliza el mapeo corporal de lunares. El objetivo es siempre la detección precoz y eficaz del cáncer de piel.
Tecnología de imagen para diagnóstico y biopsias no invasivas
La doctora Silvia Pérez Gala, jefa de servicio de Dermatología del Hospital Universitario La Luz, nos explica que podemos considerar biopsia no invasiva a la dermatoscopia o microscopía de epiluminiscencia, tanto manual como con software, y a la microscopía confocal. El impacto que tienen, añade, “es que tienen la capacidad de hacer una valoración de las lesiones en profundidad sin necesidad de hacer ninguna extirpación quirúrgica o incisión sobre la piel”.
La ecografía cutánea es otra técnica de diagnóstico por imagen que podría aportar datos de diagnóstico no invasivo, pero como indica la doctora Pérez Gala, en la microscopía confocal se consigue un escaneo de la piel en el que se distinguen células. Por lo tanto, asegura, “es lo más cercano a la histopatología, dado que no hay que hacer intervención quirúrgica ni una extirpación y ni nada invasivo en la piel”. Una de las ventajas es que se disminuye el riesgo de infecciones.