Un dispositivo de Guardia Urbana de Barcelona y Mossos d'Esquadra ha desalojado este sábado de madrugada los botellones del paseo del Born y de la Barceloneta. Ha sido la segunda noche del viernes sin toque de queda y la primera en que los restaurantes y bares han podido abrir hasta medianoche, después de que el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) aceptara la medidas pedidas por el Gremio de Hostelería.

Pasadas las 12, centenares de personas han seguido bebiendo en el paseo del Born, sin mantener las distancias, hasta que decenas de agentes han avanzado para desalojarlas. Lo mismo ha pasado hacia la 1 de la madrugada en la playa de Sant Miquel. El dispositivo ha sido reforzado por antidisturbios, que han actuado de forma disuasiva. En total se han desalojado 3.959 personas.

El dispositivo para evitar las aglomeraciones en la calle reforzada con agentes antidisturbios ha hecho acto de presencia en espacios como el Paseo Lluís Companys, donde esta madrugada se han desalojado menos personas que en los días precedentes.

guardia urbana botellon barcelona fin toque queda ACN

Latas de cerveza y vasos de plástico en el paseo del Born después de un botellón / ACN

El 'botellón' en el Paseo del Born ha empezado antes de que cerraran los restaurantes a medianoche. Sobre las doce y media de la madrugada decenas de agentes seguidos por varios vehículos policiales han desplazado a las personas que estaban bebiendo en la calle, sin distancia de seguridad y mayoritariamente sin mascarilla.

Un rato después, a la una de la madrugada, un dispositivo similar se ha llevado a cabo en la playa de la Barceloneta, donde centenares de jóvenes también estaban haciendo el 'botellón'. Los agentes los han dispersado.

La fiesta autorizada

Por el contrario, este viernes por la noche en Catalunya sí que había una gran fiesta organizada con medidas de seguridad; el concierto de Manel. Unas 1.000 personas han bailado sin distancia de seguridad las canciones de Manel este viernes en la sala de conciertos La Mirona de Salt (Gironès), en la que ha sido la última prueba del 'Obrir Girona'. Los asistentes han tenido que llevar la mascarilla FFP2 durante todo el concierto, pero han podido saltar y disfrutar de los temas del grupo barcelonés de una manera "similar a antes de la pandemia".

Desde la Mirona han destacado la importancia de haber podido dar el concierto y han celebrado el hecho de que unas 40 personas han podido volver a trabajar y salir del ERTE. Todos los asistentes o bien han tenido que dar negativo en un test de antígen o han tenido que demostrar que han pasado la Covid los últimos tres meses o han tenido que demostrar que están vacunados.

 

Foto principal: La Guardia Urbana desaloja un botellón de la Barceloneta / ACN