El Ministerio de Sanidad ha anunciado su intención de endurecer las medidas de lucha contra el tabaquismo mediante un nuevo Plan Integral que contemple más restricciones al cigarrillo en espacios públicos abiertos o incluso en el ámbito privado, como los coches. La nueva legislación también contempla cambios en el empaquetado genérico de las marcas de tabaco y busca equiparar por ley las restricciones a los cigarrillos electrónicos.  En total, el documento se plantea cinco metas y 21 objetivos en consonancia con lo que pide la OMS para reducir el tabaquismo.

Desde el  Grupo de Abordaje al Tabaquismo de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) se ha emitido un comunicado para respaldar las medidas del ministerio de Sanidad porque son “ambiciosas y responsables”. También han pedido que se emprenda el proceso normativo y legal para su aplicación real y que lo realicen en unos plazos de tiempo lo más ajustados posibles.

Desde el Consejo General de Enfermería (CGE) se considera muy acertada cualquier medida que se ponga en marcha para evitar la exposición de la población a las sustancias perniciosas del tabaco en cualquiera de sus formas. Los expertos creen que “a estas alturas y con la evidencia científica acumulada -y el sentido común- todas las medidas para luchar contra el tabaquismo son pocas. Ya afrontamos suficientes problemas de salud pública actualmente como para que la población esté expuesta a las sustancias tóxicas y cancerígenas del tabaco en los espacios públicos.

Cigarro de liar

Los sanitarios recuerdan que el tabaco es el responsable de 60.000 muertes al año en España. De hecho, desde el Consejo General de Enfermería por poner un ejemplo, hace ya tiempo que se emprendió una campaña -bautizada como “Coche sin humo”- para exigir a las autoridades la prohibición del tabaco en el vehículo privado, tal y como ya han hecho otros países de nuestro entorno. ”No es tanto por los fumadores –adultos y responsables de sus actos– sino por los otros ocupantes del vehículo que inhalan ese humo de forma involuntaria, sobre todo si se trata de menores de edad. Numerosos estudios científicos alertan de lo nociva que es la concentración de sustancias tóxicas en un habitáculo cerrado y cómo pueden perdurar en el tiempo en superficies como la tapicería u otros componentes. Y por supuesto, en el ámbito de la conducción y la circulación, la manipulación del cigarro implica un riesgo de distracción evidente” apuntan.

Si bien España ha dado pasos importantes en la lucha contra el tabaco, lo que seguro que ha evitado muchísimas muertes, queda un camino por recorrer. En un principio existió una cierta polémica cuando se prohibió fumar en los restaurantes, edificios públicos, entornos laborales, escolares o sanitarios libres de humo, pero a día de hoy existe una plena conciencia de que estas medidas han contribuido al bienestar de la población y es una gran medida de salud pública.