El mal uso de las hojas de cálculo de Excel de Microsoft se cree que podría ser la razón por la cual se han perdido unos 16.000 tests de coronavirus.

Este error habría dejado estas pruebas positivas fuera de las cifras oficiales, y se calcula que unas 50.000 personas potencialmente infecciosas podrían haber sido pasadas por alto para los rastreadores y por lo tanto no se habrían autoaislado.

¿Cómo se han perdido estas pruebas?

La culpa habría sido del organismo de Salud Pública de Inglaterra (PHE, por las siglas en inglés) que era el encargado de recopilar los datos tanto de los laboratorios públicos como privados. Ahora bien, el desarrollo rápido del programa de pruebas hace que todavía se haga una parte importante de manera manual y los laboratorios envían en hojas de cálculo los resultados de las pruebas. Según el diario británico The Guardian, este sistema habría mejorado desde el inicio de la pandemia pero no lo suficiente.

Sin embargo, ¿qué pasa cuando se utilizan formatos nuevos, formatos viejos y formatos compatibles pero no mucho? Según el mismo diario, un laboratorio habría enviado su informe diario en formato CVS, el formato más simple, con una lista de valores separados por comas. Después, este informe se cargó al programa Microsoft Excel y las pruebas de la parte inferior se agregaron a la base de datos principal.

Pero aunque los archivos CVS pueden ser de cualquier tamaño, los archivos de Excel pueden tener 1.048.576 filas o menos, en función de la versión que se utilice, por ejemplo, 65.536. Cuando se abre un archivo más largo, las filas anteriores se cortan y ya no se muestran. Eso significa que, una vez el laboratorio había realizado más de un millón de pruebas, el PHE podría no haber leído de manera adecuada los informes, cosa que habría provocado la pérdida de tests y por lo tanto, de lo que se hayan podido hacer los seguimientos pertinentes.

CVS, XLS... ¿qué es qué?

La BBC expone, en este contexto, que los desarrolladores del PHE escogieron un formato antiguo con el fin de hacer este seguimiento, como es el XLS. Como consecuencia, cada plantilla podía trabajar con unas 65.000 filas de datos y no con un millón que el Excel es capaz de asumir.

Por lo tanto, la cadena británica constata que cada plantilla estaba limitada a unos 1.400 casos. Cuando se llegó a este número, se dejaron de lado los otros datos.

¿Pero qué son estas nomenclaturas? Los archivos de Excel acabados con XLS empezaron a utilizarse el año 1987 y se sustituyeron por el formato XLSX el año 2007. Si se hubiera utilizado este último, se habrían podido manipular más datos, concretamente 16 veces el número que se ha estado utilizando hasta ahora, resalta la BBC.