En Internet se pueden encontrar muchos textos acerca de nuestra posible ascendencia según la longitud de los dedos de nuestros pies: pies griegos, egipcios, romanos, celtas…. Sin embargo, lo cierto es que no hay evidencia científica que demuestre esto. Ni siquiera una persona tiene el pie derecho idéntico al izquierdo. Y el ángulo de descenso del dedo del pie o la longitud del segundo dedo no revela ni herencia genética ni rasgos de personalidad.

Sí que existen otro tipo de factores que pueden ofrecernos información, pero que tienen más que ver con la salud o los problemas que podemos tener en el futuro. Por ejemplo, el arco, una de las formas más notables en las que los pies difieren de una persona a otra. Lo que la mayoría de nosotros llamamos arco, el arco longitudinal medial, es uno de los tres arcos del pie: va desde el final del talón hasta la parte anterior del pie, hasta el centro. El arco longitudinal lateral recorre el borde exterior del pie y el arco transversal anterior recorre de lado a lado, justo detrás del metatarso. Los tres arcos funcionan en conjunto para ayudar a que el pie absorba los impactos y se adapte a las diferencias en el terreno mientras caminamos o corremos.

Los arcos generalmente se configuran como bajos o planos (pie plano), medianos o altos (pie cavo). Para averiguarlo, se puede realizar la siguiente prueba: humedecer la planta del pie y luego pisar un cartón. Si la huella húmeda muestra toda la planta del pie, es probable que tengamos un arco bajo o pies planos. Si vemos aproximadamente la mitad de la sección central del arco en el papel, probablemente tengamos un arco de altura media y si solo vemos la huella de los dedos de los pies, el talón y la planta, seguramente tengamos un arco muy alto o pies cavos.

Pies en la carreteraLos pies planos y los pies cavos son los dos extremos que pueden darse en función del arco del pie

Si el arco es muy alto o muy plano, podría causar una tensión adicional en los músculos y las articulaciones, especialmente si se practican actividades deportivas de alto impacto o de resistencia, o si se permanece de pie durante períodos prolongados.

Por otra parte, la pronación y la supinación se refieren a los movimientos de lado a lado que realiza el pie mientras se mueve. La pronación se refiere a un giro hacia adentro. Se puede distinguir al mirar los pies cuando dan un paso hacia adelante, si el tobillo se inclina hacia el arco interior justo después de que el talón golpee el suelo. La supinación es justo lo contrario a la pronación.

Los arcos bajos suelen causar pronación, mientras que los arcos altos generalmente causan supinación. Si el arco es muy alto, es posible que el pie no se pronuncie lo suficiente, lo que puede significar que los dedos pequeños están haciendo demasiado empuje. Este tipo de tendencias biomecánicas pueden eventualmente lesionar el tobillo, la banda iliotibial o los tendones de Aquiles. El estrés adicional también puede causar fascitis plantar.

Pies en la playaLa altura del arco plantar puede acabar produciendo problemas de salud en las extremidades inferiores

Los estudios han demostrado que la altura del arco, y la posición al andar pueden causar dolor en las extremidades inferiores además de en los pies, porque se provoca un efecto dominó en los movimientos de la parte superior e inferior de las piernas. Por eso sería aconsejable que todos nos hiciéramos un estudio de la pisada para determinar si existe algún problema y corregirlo a tiempo.