Una de las principales enfermedades asociadas al aumento de la longevidad es la demencia, que cada vez afecta a más personas en el mundo a edades avanzadas. Y mientras siga aumentando el nivel de vida, el reto será aún mayor. De hecho, se cree que las cifras actuales podrían duplicarse para el año 2060.

Hoy en día no existe cura para la demencia y sus tratamientos son limitados. En las últimas décadas, se han probado diferentes fármacos y se han realizado múltiples experimentos, pero todavía no se ha tenido el éxito esperado en los ensayos en personas, principalmente porque el tratamiento se inicia demasiado tarde en el proceso patológico. Es decir, que una vez que el desarrollo de la enfermedad está en pleno apogeo, es más difícil revertir el deterioro y que el cerebro vuelva a un estado saludable

Anciano vacuna

Por este motivo, en los últimos años los científicos se están enfocando en desarrollar vacunas que se puedan utilizar antes de que aparezcan los síntomas, deteniendo la demencia antes de que se desarrolle.

El estudio más reciente ha aparecido en la revista Alzheimer's Research & Therapy. Los autores, de la Universidad de California investigaron un enfoque de vacuna combinada con placas de proteínas beta-amiloides y ovillos neurofibrilares, porque creen que ambas trabajan en conjunto para acelerar la neurodegeneración. Según los expertos, apuntando a ambos tipos de acumulación de proteínas a la vez, las posibilidades de éxito son mayores.

Ya antes, experimentos con vacunas en ratones habían demostrado que producen una respuesta de anticuerpos contra las proteínas que se acumulan en el cerebro en los casos de demencia. En el nuevo estudio, los científicos llevaron a cabo su investigación utilizando ratones con una vacuna para evitar la acumulación. Como era de esperar, los investigadores encontraron que la terapia de combinación indujo la producción de anticuerpos contra tau y beta-amiloide. A su vez, estos anticuerpos redujeron los niveles de tau insoluble y beta-amiloide que producen las placas en el cerebro, que se considera que pueden ser el origen de la aparición de las demencias.

Según los autores, “tomados en conjunto, estos hallazgos justifican un mayor desarrollo de esta nueva vacuna para comenzar a realizar pruebas en personas”. Debido a que los científicos ya han demostrado que este tipo de vacunas son seguras en humanos, esperan que pronto lleven esta investigación al siguiente nivel.

Jeringuillas

En concreto, podría ser dentro de 2 años cuando los ensayos clínicos sean ya muchos más fiables.  Dado que muchos intentos anteriores para tratar la demencia han fallado, es importante abordar este estudio reciente con precaución. Sin embargo, el hecho de que pronto podamos contar con una vacuna para la demencia, ha pasado de ser una esperanza a casi una realidad, entre otras cosas porque los intentos fallidos también han producido resultados positivos, aunque no hayan dado sus frutos.