Una mujer de 43 años, que trabajaba como profesora en Marbella, murió ayer por una hemorragia cerebral. Las autoridades, según informa el diario a Sur, investigan si puede haber una causa en el hecho de haber recibido la primera dosis de la vacuna de AstraZeneca el pasado 3 de marzo. Los efectos, horas después, fueron de un fuerte malestar y decidió acudir de urgencias al Hospital Quirón. A pesar de todo, los síntomas que sufría eran cefalea y malestar general, propios de los efectos secundarios de esta vacuna, así lo justificaron los médicos que la atendieron.

Normalmente, el malestar puede alargarse tres días pero la mujer volvió al hospital más de una semana después, en concreto el pasado sábado 13 de marzo. Es entonces cuando decidieron hacerle un TAC pero tampoco apreciaron nada significativo. Repitieron las pruebas el día siguiente y sí detectaron una hemorragia masiva que intentaron drenar con una intervención quirúrgica. El diagnóstico se complicó y le descubrieron un edema, una acumulación de líquido en el cerebro. Siguiendo el protocolo, después de morir le hicieron la prueba de la Covid-19 y dio negativo. Ahora, le practicarán una autopsia para determinar las causas de la muerte. El caso también se ha trasladado a las agencias española y europea del medicamento.

Sin patologías previas

La mujer trabajaba en un instituto de la Costa del Sol y era madre de dos menores. No presentaba patologías previas. Su muerte, derivada por una trombosis cerebral, es el motivo por el cual ya se había suspendido, de forma provisional, la administración de la vacuna de AstraZeneca. Una decisión que se ha hecho extensible a otros países como Italia, Alemania, Francia, Dinamarca, Islandia o Noruega. Precisamente, el director de la agencia de este país escandinavo, Steinar Madsen, informó esta semana de la muerte de una trabajadora sanitaria de 50 años. Se trata de una profesional del centro de salud de Helse que ingresó con una hemorragia cerebral justo después de vacunarse.

También hubo informes que un hombre de 50 años había muerto en Italia después de desarrollar una trombosis venosa profunda, un trastorno producido por un coágulo en las piernas, posterior a recibir la inoculación. En paralelo, la portavoz de la OMS, Margaret Harris, ha indicado que se están investigando los informes pero hasta ahora no se ha establecido ninguna relación causal entre la vacuna y los problemas de salud reportados. Más allá de Europa, otros países como Tailandia también han decidido retirarla.

Aunque todavía están analizando las consecuencias de esta vacuna británica con el apoyo también de Suecia, desde Noruega remarcan que hay que ir a un médico o, si ocurre no esperar y presentarse a urgencias, cuando se padezcan los siguientes síntomas:

  • Sensación de enfermedad que aumenta gravemente, como dolores de cabeza persistentes e intensos, dolor intenso al cuerpo, de más de tres días.
  • Morados inexplicables o pequeños puntos rojos o azules y rojos que no desaparecen al apretarlos con un vidrio.
  • Signos de ictus o de otras enfermedades graves.