Tanto en supermercados como en otros comercios, es habitual ver un sinfín de productos fabricados con plástico con el distintivo BPA-free (libres de bisfenol A), lo que supone que evita el riesgo que este compuesto pueda provocar problemas en la salud de las personas.

Sin embargo, ahora un estudio ha puesto de manifiesto que estos productos podrían ser también perjudiciales para la salud humana, tanto como los productos que contienen el famoso químico sobre el que llevan años advirtiendo diversos estudios en todos los países.

En un estudio elaborado por un equipo de científicos de la Universidad de Missouri, y publicado en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, se ha confirmado que el BPA provoca riesgos en el desarrollo fetal, las enfermedades placentarias, la disrupción endocrina y el síndrome metabólico.

Botella agua

A medida que estos efectos adversos para la salud se han ido conociendo, las empresas han recurrido al uso de productos químicos alternativos para seguir empleando plásticos etiquetados como libres de BPA. Uno de los químicos que se han empleado para sustituir al BPA es el llamado bisfenol S.

Los científicos de la Universidad de Missouri han analizado su efecto en la placenta de un ratón, entre otras razones porque la placenta puede transferir al feto cualquier sustancia a la que la madre pueda estar expuesta en su sangre, como son los productos químicos nocivos. Y han utilizado un ratón porque es el mejor modelo que se puede utilizar para simular los posibles efectos de BPS durante el embarazo humano, porque la placenta tiene una estructura similar tanto en ambas especies.

En su estudio, los científicos también apuntan que la placenta sirve como fuente primaria de serotonina para el desarrollo del cerebro fetal tanto en ratones como en personas. La serotonina, aunque comúnmente se asocia con el sentimiento de felicidad, es un químico natural que puede afectar las funciones de una persona, incluidas sus emociones y actividades físicas como dormir, comer y digerir los alimentos. 

El estudio ha demostrado que tanto el bisfenol A como el bisfenol S tienen la capacidad de reducir la producción de serotonina de la placenta. Los niveles más bajos de serotonina pueden comprometer el desarrollo del cerebro fetal, porque durante este tiempo crítico la placenta es fundamental para proporcionar la serotonina. Por lo tanto, la exposición durante el crecimiento del feto al BPA o incluso su sustituto, BPS, puede producir consecuencias para su salud a largo plazo.

Taper

Por lo tanto, los científicos recomiendan no estar expuestos a ninguna de estas sustancias, especialmente durante los nueve meses del embarazo y, más concretamente, durante las primeras semanas. El problema es lo difícil que resulta en ocasiones permanecer libre a esta exposición, por lo que, en la medida de lo posible, es mejor utilizar otros materiales como el cristal o la madera en lugar del plástico.