Los problemas de salud sexual y reproductiva han sido, en ocasiones, complicados de diagnosticar en el caso de las mujeres. Aunque en los últimos años se ha avanzado mucho al respecto, lo cierto es que bien porque muchas de ellas no acudían a los especialistas a pesar de sufrir ciertos síntomas, o por la falta de investigación en otros casos, ha provocado que hayan tenido que vivir disfunciones en estos aspectos sin que se haya puesto remedio a los mismos. Por eso es importante informarse para evitar que se produzcan estas situaciones. Estas son cuatro de estas condiciones que, tradicionalmente, se ha tardado en diagnosticar.

Endometriosis

La sufren aproximadamente el 10% de las mujeres entre 15 y 44 años. Es incurable y se produce cuando el tejido del endometrio, que generalmente se encuentra en el interior del útero, se expande fuera de él y alcanza otras partes como los ovarios, las trompas de Falopio, la vejiga e incluso el intestino. Al igual que el que se encuentra dentro del útero, durante la menstruación se desprende, provocando reglas muy abundantes y dolorosas.

Debido a que muchas mujeres experimentan ciclos menstruales dolorosos, la endometriosis es una de las afecciones que a veces se tarda más en diagnosticar, de hecho, en algunos casos, sólo cuando se produce problemas a la hora de concebir. Los síntomas que pueden indicar su presencia son los siguientes: dolor pélvico crónico (especialmente antes y durante su período), dolor durante el sexo, períodos extremadamente abundantes que parecen empeorar con el tiempo y fatiga crónica. Además, aproximadamente el 40 por ciento de las mujeres que experimentan infertilidad también tienen endometriosis.

EndometriosisLa endometriosis la padece una de cada diez mujeres en edad fértil

Vaginismo

Es una contracción involuntaria de los músculos que rodean a la vagina que provoca la imposibilidad de la penetración debido a que el espasmo que se produce es tan fuerte que provoca un cierre de la misma. Aparece por diversos factores, en algunos casos psicológicos, producto de la anticipación del dolor que la mujer cree que va a sentir en el coito. Puede ser primario, cuando la mujer lo ha tenido desde siempre, o secundario, cuando se produce a partir de un momento concreto. En cualquier caso, esta disfunción perjudica notablemente la vida sexual de una mujer.

Se tarda en diagnosticar porque existen muchas causas físicas y emocionales que lo causan, como un trauma (físico y emocional) debido a un abuso o una experiencia muy dolorosa. En otros casos, el envejecimiento también puede desencadenar la afección. Existen terapias para tratarlo con las que se obtienen muy buenos resultados.

Dismenorrea

Se refiere a las mujeres que experimentan un dolor menstrual muy intenso y se calcula que afecta a alrededor del 10 por ciento de las mujeres. Hay dos tipos: primaria y secundaria. La primera produce dolores severos durante la regla que no están relacionados con una condición subyacente. Este es el tipo más común y generalmente se alivia con el paso de los años, especialmente después del embarazo. La dismenorrea secundaria es un dolor menstrual causado por una afección subyacente. Afecta principalmente a mujeres adultas.

Como muchas mujeres sufren dolor menstrual, a veces se diagnostica tarde. Puede ser causada por tener un útero inclinado, tener obesidad, problemas con el uso de un dispositivo intrauterino (DIU) para el control de la natalidad, endometriosis, una infección de transmisión sexual, fibromas o un quiste ovárico.

Mujer con dolorUno de los problemas de la dismenorrea es que se suele diagnosticar tarde por confundirse con el dolor menstrual

Síndrome del ovario poliquístico

Se produce por un desequilibrio en dos hormonas sexuales, los estrógenos y la testosterona que provoca la aparición de quistes en los ovarios. Las consecuencias son períodos irregulares, acné, crecimiento del vello facial y resistencia a la insulina, la hormona responsable de convertir los carbohidratos en energía. Se calcula que hasta el 20 por ciento de las mujeres que tienen esta afección no lo saben, porque los síntomas son comunes en muchas mujeres en edad reproductiva.

Algunos de sus síntomas más característicos, además de los mencionados anteriormente, son el aumento de peso, la incapacidad para quedar embarazada y la pérdida de cabello. Puede provocar si no se trata diabetes tipo 2, colesterol alto, presión arterial alta y depresión.