Una neoyorquina ha sido la primera mujer en curarse de VIH gracias a un trasplante de células madre de cordón umbilical resistentes a este virus, que se combinaron con otras de un pariente próximo para aumentar las posibilidades de éxito. Se considera que está curada porque lleva sin virus desde el año 2017, un periodo considerado razonable para establecer que ya no hay enfermedad. El caso se dio a conocer el año pasado en un congreso médico, pero ahora se ha publicado en la revista Cell en un estudio liderado por la hematóloga Jingmei Hsu y con la participación de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) y la Universidad Johns Hopkins.

La "paciente de Nueva York" es la primera mujer racializada en curarse de VIH

La denominada "paciente de Nueva York" es la primera mujer considerada curada, pero es la cuarta paciente, después de otros casos de hombres en Berlín (Timothy Brown), Londres (Adam Castillejo) y Dusseldorf. En los cuatro casos, los pacientes sufrían también una leucemia, hecho que hacía necesario también un trasplante de médula, una intervención arriesgada que solo está indicada en cánceres hematológicos. El caso de la paciente de Nueva York, una mujer de mediana edad que se identifica como "racialmente mixta", tiene varias peculiaridades frente a los otros, porque es la primera que se sometió a un trasplante de células madre resistentes al VIH procedentes de sangre de cordón umbilical y no de un donante adulto compatible.

El equipo considera que el tratamiento ha dado resultados satisfactorios a largo plazo y que el uso de células madres de sangre de cordón umbilical aumenta la posibilidad de cuidar el VIH en personas de todos los orígenes raciales. Este énfasis en el aspecto racial se explica porque, estadísticamente, hay más incidencia de VIH entre las personas negras, pero los estudios y ensayos clínicos generalmente se han hecho en población blanca. "La epidemia del VIH es racialmente diversa, y es extremadamente extraño que las personas de color o de raza diversa encuentren a un donante adulto no emparentado, lo bastante compatible", ha explicado Yvonne Bryson, de la UCLA y codirectora del estudio en una rueda de prensa.

Por este motivo, la elección de las células madre del cordón umbilical era una opción que ofrecía más oportunidades de éxito. Estas células se trasplantaron junto con células madre de un familiar de la paciente. "Utilizar una mezcla de células madre de un familiar compatible y células madre del cordón umbilical los da un buen impulso en estas últimas", ha explicado Bryson.