Una píldora experimental ha conseguido algo que parecía prácticamente imposible: remitir un cáncer muy agresivo en pacientes que no respondían a otros tratamientos. Concretamente, hablamos de leucemia mieloide aguda, el cáncer de sangre más frecuente en adultos y con una supervivencia a los tres años que a duras penas supera el 25%. Es decir, los pacientes que han visto cómo la enfermedad remitía con estas píldoras tenían muy mal pronóstico. Hasta 18 enfermos de este tipo de leucemia han participado en este estudio preliminar de la Universidad de Tejas y han visto cómo el cáncer les ha remitido del todo, mientras que un gran número vieron como remitía en gran parte.

Los resultados son preliminares y no implican la curación definitiva, pero los investigadores se muestran optimistas. "Creemos que este fármaco es extraordinariamente eficaz y esperamos que esté al alcance de todos los pacientes que lo necesiten", ha asegurado a El País el médico Ghayas, del Centro Oncológico MD Anderson de la Universidad de Texas.

Sin embargo, a pesar de los 18 pacientes que han visto como el cáncer remitía, hay otros casos en que el fármaco no ha sido eficaz. Los investigadores se han enfocado en dos subtipos genéticos de la enfermedad, donde una proteína llamada menina facilita la progresión de la leucemia. El medicamento, denominado revumenib, se une a esta proteína y la inhibe. Sin embargo, los científicos tejanos reconocen sus limitaciones a pesar de los buenos resultados. "El principal talón de Aquiles parece ser el desarrollo de mutaciones en el lugar de unión de este fármaco, cosa que genera resistencias", ha expuesto uno de los investigadores, ya que en algunos casos han observado como la proteína cambió ligeramente y aparecieron resistencias al tratamiento, como pasa con las bacterias que se vuelven resistentes a los antibióticos.

Datos esperanzadores

Aunque los resultados del estudio de la Universidad de Texas no son definitivos, muestran un futuro esperanzador. La Unidad de Leucemia del Hospital La Fe de Valencia participará en los próximos ensayos internacionales de la pastilla, según informa El País. El hematólogo Pau Montesinos ha afirmado que el fármaco solo no lo es todo: "En la inmensa mayoría de los casos, estas terapias dirigidas, por sí solas, pueden revertir la leucemia, pero difícilmente curarla".

"La estrategia será combinar estos fármacos nuevos con quimioterápicos clásicos o con otras aproximaciones", ha remarcado Montesinos, que recuerda que otras iniciativas han tenido éxito en este sentido. Por ejemplo, la de la farmacéutica japonesa Daiichi Sankyo, que ha elaborado un tratamiento experimental que inhibe otra proteína implicada en la leucemia mieloide aguda.