Salut ha detectado un nuevo brote de tos ferina en Catalunya. Ahora, en Terrassa, donde el Departament ha confirmado 205 casos en centros educativos. Todas las infecciones se han constatado con diagnóstico microbiológico. Salud ha asegurado que desde el Servei de Vigilància Epidemiològica territorial del Vallès Occidental y el Vallès Oriental se está haciendo "un gran esfuerzo de control", priorizando el abordaje de las personas más vulnerables. Con todo, señalan que no es una enfermedad grave y que tiene un tratamiento eficaz y subraya que no hay ninguna persona ingresada.

La tos ferina ha vuelto a aparecer con fuerza después de la covid. En los últimos días, se han confirmado diferentes brotes, y sumando los casos, en solo dos meses ya se han registrado más casos que en todo en el 2023. El informe de la Agencia de Salud Pública (ASPCAT), que explica que el año 2023 se registraron 530 y que este año ya se han registrado 547. La semana pasada, Salud confirmó 3 brotes con al menos 18 afectados en Cerdanyola del Vallès. Una de las explicaciones del ASPCAT al auge de la tos ferina es el fin de la eliminación de las restricciones al contacto social y la supresión del uso de mascarillas después de la pandemia de la covid-19, sobre todo en el grupo de 10 a 14 años.

¿Qué es la tos ferina?

La tos ferina es una enfermedad respiratoria, infecciosa y contagiosa aguda producida por la bacteria Bordetella pertussis. Entre los síntomas más destacados están las crisis de tos compulsiva, que a veces se puede alargar durante semanas o meses. El contagio es muy elevado y se transmite por las pequeñas gotas proyectadas por la boca y la nariz en el momento de la tos, así como por la flema de una persona con tos ferina, y a través de objetos contaminados. Es una enfermedad propia de la infancia, y se da con más frecuencia entre los 2 y los 5 años, aunque también puede afectar a bebés. En adultos es una enfermedad menos habitual y puede pasar desapercibida, ya que su curso es asintomático. Quien la sufre produce un sonido ferino al tratar de inhalar, por eso se llama así. Algunas de las secuelas que puede dejar la tos ferina son neumonía, convulsiones, inflamación del cerebro (encefalopatía) y, en algún caso, la muerte. La gravedad de la enfermedad aumenta en menores de seis meses.

La tos ferina es una enfermedad reemergente en varios países europeos. Por esta razón se han propuesto distintas estrategias de intervención con el objetivo de reducir la incidencia. Sin embargo, desde los años 80 se vacuna a los niños contra esta enfermedad, junto con el tétanos y la difteria. La vacuna consta de tres dosis diferentes y se pone a los 2,4 y 11 meses, y ya a los 6 años se inocula un refuerzo. Además, la vacunación también está recomendada para las mujeres embarazadas, a partir de las 27 semanas de gestación, y al personal sanitario en contacto con niños y embarazadas.