Entre las recomendaciones médicas que suelen prescribirse para los niños, no suele incluirse el hecho de aplicarse barnices con flúor, que tiene más beneficios de los que se piensa. El barniz de flúor ayuda a reducir la caries dental, que afecta a casi el 25% de los niños de 2 a 5 años y a más de la mitad de los niños de 6 a 8 años aproximadamente.

Según un estudio de la Universidad de Massachusetts Amherst publicada en la revista JAMA Network Open, es importante saber que se encuentran tasas muy bajas de aplicación de barniz de flúor. “Como investigador de servicios de salud y pediatra de atención primaria, estoy entusiasmado con nuestros próximos pasos para aprender qué tipo de cosas están presentando barreras para aplicar barniz de flúor y desarrollar estrategias para superar estas barreras para que todos los niños reciban esta importante intervención preventiva”, ha asegurado Kimberley Geissler, profesora de política y gestión de la salud en la Facultad de Salud Pública y Ciencias de la Salud de la UMass Amherst.

El estudio de JAMA es parte de un proyecto más grande en Massachusetts que profundizará en preguntas más complejas, como por qué los proveedores médicos no están aplicando barniz de flúor durante las visitas de los niños sanos. El tratamiento preventivo es especialmente crítico a la luz de la estadística de que menos de uno de cada tres niños menores de 5 años tiene una visita anual al dentista, donde también se podría brindar este servicio.

Niño en el dentista

El equipo de investigación, examinó datos de 2016-2018 que incluyeron 328.661 visitas de niños. La aplicación de barniz de flúor fue más común entre las visitas de los niños más pequeños. Un niño de 2 años tenía casi 8 puntos más de probabilidades de recibir barniz de flúor que uno de 5 años. Aun así, los porcentajes aumentaron del 3,6% en 2016 al 5,8% en 2018.

El estudio concluye que “aunque los aumentos a lo largo del tiempo fueron alentadores, las tasas muy bajas de barniz de flúor en entornos médicos sugieren que la expansión sustancial de este servicio en entornos médicos es fundamental para mejorar la salud bucal y el bienestar general de los niños”.

Tal y como señala la Alliance for a Cavity-Free Future, el barniz de flúor es un producto a base de resina que contiene un 2,26 % de flúor de un 5 % de flúor sódico en una solución alcohólica de resina natural. Se adhiere fuertemente a los dientes, permitiendo un contacto prolongado con el flúor y la interacción con los tejidos duros de los dientes con el tiempo. El flúor se libera lentamente ayudando a prevenir la pérdida de minerales de los dientes, y mejora la remineralización, para revertir o ralentizar la progresión de las lesiones cariosas tempranas.