Estudios científicos y estadísticos que relacionan las crisis o impactos humanitarios con el aumento de los nacimientos de niñas certifica que, con la crisis por la pandemia del coronavirus, también se registrará un aumento de este sexo. La Universidad de Cambridge publica y explica los motivos y se apoya con otros organismos como la Organización Mundial de la Salud, OMS.

Vamos por partes. Las mujeres que dan a luz una bebé niña presentan mayores niveles de cortisol, la hormona del estrés, en el momento de la concepción. Los niveles son tan elevados que se puede llegar a detectar el doble de cortisol en el caso de ser niña. La naturaleza tiene sus propios mecanismos en situaciones de adversidad.

Lo más importante es que las hormonas sexuales se pueden ver modificadas en situaciones de alto estrés. Un ejemplo de eso es la reducción, en paralelo, de la testosterona en hombres con altos niveles de estrés, como se ha visto en los soldados de guerra, estudiantes universitarios después de realizar un examen o deportistas después de disputar un partido decisivo.

Justificación científica

El objetivo principal de los investigadores era analizar la relación entre el sexo de la descendencia y el estrés de las madres durante el primer trimestre del embarazo. Para conseguirlo, a 108 mujeres se lEs midió el estrés biológico, los niveles de cortisol detectados en el pelo y se evaluó el estrés psicológico posterior. De aquí, se observó que la concentración de la hormona era mayor si el bebé era una niña, que si era un niño. Estos resultados muestran que el sexo del futuro bebé podría estar condicionado, entre muchas otras variables, por los niveles de estrés de la madre durante la concepción y las primeras semanas de embarazo. Ahora bien, también alertan que "se necesita más investigación en esta área para dar apoyo a los resultados".

Al otro lado, también influencia la situación del hombre en el momento de concebirlo. El comportamiento de los espermatozoides, portadores de los cromosoma X y Y que definen el sexo, son relevantes. Así pues, los espermatozoides portadores del cromosoma X, que al unirse a un óvulo formarán un feto niña, son más resistentes atravesando un moco cervical con ph más ácido y hostil. Y hay que tener en cuenta que este ph es más ácido cuando disminuyen los estrógenos como consecuencia del estrés. De esta manera, ante la adversidad, los espermatozoides portadores de cromosoma Y, que al unirse a un óvulo formarán un feto niño, tendrían menos posibilidades de llegar a este óvulo en esta situación.

Y, más allá de la selección entre un sexo u otro, también hay que tener en cuenta un último factor: los abortos espontáneos. Hay una amplia evidencia científica y diferentes estudios han mostrado un incremento del número de abortos después de episodios dramáticos como pueden ser ataques terroristas del 11-S o el terremoto en Japón en el 2011. Todos ellos, se producen de forma selectiva en mayor cantidad en fetos masculinos.

Justificación estadística

Los científicos se preguntan si al fin y al cabo es una "respuesta al estrés ante la adversidad con la cual la naturaleza se asegura la supervivencia de la especie". Anteriormente, se han citado algunas fechas relevantes pero hay más que corroboran esta diferencia sustancial entre los nacimientos de niños y niñas. Así pues, se ha estudiado lo que sucedió a los Estados Unidos en los meses posteriores al asesinato del presidente JF Kennedy, después de los ataques terroristas del 11-S o después de la muerte de la Princesa Diana en Gran Bretaña. Todos ellos, detectan un aumento de niñas.

Según la OMS, en la especie humana, la relación entre hombres y mujeres en el momento del nacimiento se inclina a favor del sexo masculino con una proporción de aproximadamente 105 o 106 nacimientos de hombres por cada 100 de mujeres. No obstante, eso se puede ver modificado en ciertas condiciones como las citadas anteriormente.

Foto de portada: la primera bebé catalana del 2021 en Catalunya, imagen de recurso