En este año 2019, uno de los retos de las empresas a nivel internacional es el bienestar laboral, que se ha consolidado como uno de los elementos fundamentales de la cultura empresarial que beneficia tanto a empleados como a empleadores. Sin embargo, la realidad es que tres de cada diez personas sufren estrés laboral de manera persistente. Y, aproximadamente un tercio considera que el trabajo afecta negativamente a su salud. 

A veces ni siquiera somos conscientes de cómo nos afecta el ámbito laboral en nuestra vida. Estas son algunas de las cuestiones que los expertos aconsejan plantearse a la hora de abordar la relación con el trabajo: ¿Qué sentimientos te produce la llegada al puesto de trabajo a diario? ¿Cuál es tu estado de ánimo durante la jornada laboral? ¿Qué capacidad tienes de disfrutar del trabajo que estás realizando? ¿Te sientes valorado por tus superiores? ¿Consideras que la empresa o las personas para las que trabajas te valoran y te piden tareas de acuerdo a tus posibilidades? ¿Percibes que tu trabajo te está permitiendo crecer profesionalmente? ¿Cómo te sientes después de un trabajo bien desarrollado? ¿Sabes valorarlo? ¿Qué tipo de emociones te embargan al finalizar la jornada?

El estrés laboral o la insatisfacción alargada en el tiempo pueden acarrear graves consecuencias para la salud

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Es importante de forma periódica realizarse este tipo de preguntas, porque el estrés laboral o la insatisfacción alargada en el tiempo pueden acarrear graves consecuencias para la salud. Si la mayoría de las preguntas tienen respuestas negativas, hay que ponerse manos a la obra. El asunto tiene tanta trascendencia que hasta la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha desarrollado un documento en el que define un entorno de trabajo saludable de la siguiente manera: “aquel en el que los trabajadores y jefes colaboran en un proceso de mejora continua para promover y proteger la salud, seguridad y bienestar de los trabajadores y la sustentabilidad del ambiente de trabajo en base a las siguientes indicadores: La salud y la seguridad concernientes al ambiente físico de trabajo; la salud, la seguridad y el bienestar concernientes al medio psicosocial del trabajo incluyendo la organización del mismo y la cultura del espacio de trabajo; los recursos de salud personales en el ambiente de trabajo y las formas en que la comunidad busca mejorar la salud de los trabajadores, sus familias y de otros miembros de la comunidad”.

En lo que se refiere al bienestar psicológico, cabe destacar que el Foro Económico Mundial ha subrayado que la inteligencia emocional es una de las habilidades más valoradas en el mundo empresarial y de los negocios en el futuro. Aunque todavía queda mucho camino por recorrer, se está produciendo a nivel internacional un aumento de la inversión de las grandes empresas en formación que ayude a las personas a elevar su coeficiente emocional.

Pero… ¿cuáles son el tipo de terapias encaminadas a incrementar el bienestar laboral? Las tendencias apuntan a la adopción de técnicas de mindfulness para los trabajadores, el aumento de la comunicación interpersonal y el diálogo asertivo dentro de las compañías, la disposición de espacios para favorecer las relaciones, el fomento de la creatividad y su reconocimiento, la implementación de programas de salud global para los trabajadores… Aunque está claro que, en pleno siglo XXI, no hay que perder la perspectiva y tener en cuenta que todas estas cuestiones pasan por la consecución de puestos de trabajo con condiciones laborales que permitan una vida digna. Algo que, sin duda, es el gran reto del trabajo contemporáneo.