Habrá que esperar un poco más. Las mascarillas en interiores se mantienen, después de que la ministra de Sanidad, Carolina Darias, haya manifestado que todavía no hay consenso para retirarlas. Su departamento y las comunidades autónomas tienen que ponerse de acuerdo en el "cuándo" y en el "cómo" suprimir la obligatoriedad de llevar mascarillas en interiores, según ha explicado Darias en rueda de prensa después de las Jornadas del Sistema Nacional de Salud sobre Vigilancia en Salud Pública. Unas jornadas que han servido para acordar la vigilancia individualizada solo de los casos de covid-19 en ámbitos vulnerables y casos graves.

A pesar de todo, la ministra ha reconocido que la retirada de las mascarillas en interiores "está cada vez más cerca". "Es verdad que todo apunta que el cuándo está cada vez más cerca, pero para nosotros es tan importante el cuándo como el cómo", ha señalado. Ha insistido en el hecho que "hay interés y cada vez está más cerca". "Tenemos que ponernos de acuerdo no solo en el cuándo sino también en el cómo. Cuando eso se produzca ya lo haremos saber", ha concluido sobre esta cuestión. De momento, se sigue discutiendo la manera de abordar la retirada de la mascarilla en espacios interiores.

El fracaso de Cs en el Congreso por las mascarillas

La Comunidad de Madrid es a quien más ha presionado para debatir el inicio de la relajación de mascarillas en interiores. El suyo responsable de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, entiende que tienen que restringirse a entornos como hospitales, residencias y transporte público. Sin embargo, Escudero ha explicado que la ministra quiere que este asunto se trate en los órganos técnicos de la ponencia de alertas y la Comisión de Salud Pública, aunque no ha especificado las fechas. Mientras la Comunidad de Madrid es la única que ha pedido abiertamente que se retire la medida en determinados ámbitos, Andalucía solo se ha abierto a valorar la retirada de manera gradual. El País Vasco y Extremadura han rechazado aplicar el levantamiento sin consenso, a la vez que otras comunidades autónomas han evitado situarse en una banda u otra. Solo apelan a los criterios técnicos.

Por su parte, el Congreso de los Diputados ha rechazado la enmienda a la totalidad de Ciudadanos que planteaba la eliminación de las mascarillas en interiores, entre otras propuestas. Se trataba de una enmienda a la totalidad al Proyecto de Ley por la cual se adoptan medidas urgentes de prevención y contención para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por la covid-19 y que ha sido rechazada con 283 votos en contra, 9 a favor y 47 abstenciones. Durante el debate, la propuesta de la formación naranja se ha encontrado con muchas críticas por parte del resto de partidos, sobre todo porque consideran que la retirada de las mascarillas en interiores tiene que realizarse por parte de las autoridades sanitarias. Es por eso que han acusado a Ciudadanos de actuar con oportunismo.

Vigilancia de casos graves de covid-19

No ha habido acuerdo por las mascarillas, pero sí para que el nuevo sistema de vigilancia de la covid-19 limite el control individual de casos a los graves y el seguimiento de brotes en los cuales tengan lugar en entornos vulnerables, en riesgo de exclusión social y en otros ámbitos que se consideren de interés. Es decir, han acordado por unanimidad un sistema de vigilancia transitorio contra la enfermedad que siga trabajando en la detección de los casos graves, los posibles aumentos de incidencia y las nuevas variantes, con el horizonte máximo de marzo del 2023.

El gobierno estatal y las comunidades autónomas han acordado la creación de una red estatal de vigilancia en salud pública, constatando que después de la experiencia por la pandemia de la covid-19 hay que "fortalecer" la vigilancia en salud pública. Una de las fórmulas acordadas para alcanzar el objetivo es la creación de la red estatal, que vigilará enfermedades transmisibles, no transmisibles, violencia y lesiones e integrará información de otros sistemas de vigilancia como el de farmacovigilancia, la salud animal, la seguridad alimentaria o la sanidad ambiental, entre otros. Habrá una "fase de transición" en la vigilancia de la covid-19 hasta la implementación completa del sistema de vigilancia centinela de infecciones respiratorias agudas leves (IRAs) en Atención Primaria y graves (IRAG) en atención hospitalaria, que se tendrá que producir en toda España "antes del final del primer trimestre del 2023".