Cuando parecía que el boom de las mascarillas quedaba lejos, desde Corea del Sur lo quieren relanzar adaptándola a los nuevos tiempos: mascarillas más ligeras alejadas del concepto de confinamiento estricto. Así pues, la empresa coreana Atman ha presentado un diseño de mascarilla que permite a sus usuarios cenar o comer sin necesidad de prescindir de ella. Se denomina Kosk, una palabra que viene de la unión de dos: ko, que significa nariz en coreano, y 'sk' que sería el final de la palabra mask en inglés. El EPI sorprende a todo el mundo porque consta de dos piezas para permitir que la mitad inferior de la máscara se doble a la hora de comida y beber y, por lo tanto, tan sólo quede cubierta la nariz. Desde su lanzamiento, los usuarios de las redes sociales se han burlado de la máscara de aspecto inusual, tanto por como se ve cuando el usuario la lleva, como para cuestionar la capacidad de protegerse del coronavirus en un ambiente cerrado. Sus inventores defienden que los estudios relacionan la transmisión de la covid, en buena parte, a través de las fundiciones nasales. La profesora Catherine Bennett, de la cátedra de epidemiología del Instituto para la Transformación de la Salud de la Universidad Deakin en Australia, afirma que la Kosk es una "idea extraña", pero que sería "mejor que nada". Ahora bien, esta está ahora mismo bien lejos de los protocolos que marca la Unión Europea.
Un éxito en Corea del Sur
A pesar de todo, en Corea del Sur ya se ha presentado en el mercado y cuesta 9.800 wons, unos 10 euros, para|por una caja de diez si nos fijamos con el portal minorista en línea Coupang. Un coste que es similar a las otras homologadas. Otra salida que quieren dar a estas máscaras es que se lleven bajo una máscara normal que cubra la boca, que se puede quitar cuando se cena o bebe con otras personas y, como mínimo, ofrece una protección del 50%. La pandemia en Corea del Sur va disparada y parece que está lejos del retorno a la cotidianidad previa que ya se empieza a palpar en Europa. Así pues, alcanzaron un récord de 22.907 jueves después de superar los 20.000 por primera vez miércoles, impulsados por la propagación de la variante Omicron. No obstante, el país ha registrado 6.812 muertes relativamente bajas desde el inicio de la pandemia. Eso representa una tasa de mortalidad por millón de 133, en comparación con 2.300 por millón en el Reino Unido y 2.747 en los EE.UU. Pero en esta ecuación también afecta a la percepción social que se tiene de la covid y las diferencias culturales entre países.
Espray contra la covid
Desde twitter, la famosa Kosk tampoco ha pasado desapercibida. Un usuario de twitter señaló que es básicamente el equivalente a las personas que no llevan las máscaras sobre la nariz: "Las máscaras que se portan de esta manera a veces se denominan pañales para la barbilla". Y otro que añade: "Lo creéis o no, esta no es la primera vez que se vende una máscara nasal durante la pandemia". Pero este no es el único invento para evitar el contagio que ha abierto el debate. Últimamente, en las farmacias de nuestra casa también hay un espray nasal. Se llama Taffix y asegura reducir la posibilidad de contraer la covid durante las 5 horas posteriores a su aplicación. Hay que tener en cuenta que el mecanismo de contagio más común es por transmisión del aire. En el primer paso de la infección, el virus penetra en el organismo a través de las vías aéreas superiores. Eso pasa porque el epitelio nasal expresa altos niveles de dos proteínas que funcionan como receptores principales de entrada del virus en la célula, ya que se unen a una importante proteína localizada en superficie viral. Este hecho convierte las fosas nasales con el objetivo principal del virus para acceder al organismo huésped. El hecho de que la diana principal del virus para entrar en el organismo a infectar sea la mucosa nasal, hace que esta mucosa sea un objetivo interesante a la hora de buscar estrategias terapéuticas para disminuir las infecciones. Esta es la lógica detrás del Taffix pero una parte de la comunidad científica lo cuestiona.