Desde hace años cada vez hay una mayor conciencia acerca de la importancia de la dieta que una mujer sigue durante su embarazo y las posibles consecuencias que tiene sobre el feto. Entre las diferentes investigaciones que se están llevando a cabo al respecto, algunas están enfocadas a determinar cómo puede afectar a las alergias que desarrollan los futuros niños. 

Según dos nuevos estudios presentados en la reunión anual del Colegio Americano de Alergia, Asma e Inmunología (ACAAI), celebrado estos días, la alimentación que se sigue en el embarazo, la forma en la que se produce el parto y cómo se alimenta el bebé en los primeros meses tiene un impacto en el riesgo de que el niño desarrolle alergias. 

Bebé

La primera de las investigaciones involucra a 158.000 niños que fueron examinados en relación a si presentaban alergia alimentaria, eccema, asma y fiebre del heno. Descubrieron que el parto vaginal se asocia con una tasa reducida de desarrollo de afecciones alérgicas. Y también que, si bien una madre no siempre puede controlar la forma en que se da a luz a su bebé, la lactancia materna exclusiva o complementaria puede ser útil para reducir la tasa de aparición de alergias en los niños.

El segundo estudio tuvo como objetivo comprobar si existía un vínculo entre la alimentación durante el embarazo, su historial de enfermedades alérgicas y el desarrollo de eccemas y alergias alimentarias en el niño. Para ello se siguió el embarazo de 1.315 mujeres teniendo en cuenta su historial de alergias. Los niños que tenían más probabilidades de desarrollar eccema y alergias alimentarias nacieron de madres con poca diversidad de dieta y con antecedentes de enfermedades alérgicas. En total, el 33 por ciento de los niños desarrollaron alergias en estos casos. Y el 21 por ciento de los niños cuyas madres mantuvieron una dieta más variada durante el embarazo, independientemente de si tenían o no antecedentes de enfermedades alérgicas, desarrollaron eccemas y alergias alimentarias cuando tenían 2 años.

Todavía no se sabe con certeza cómo determinados alimentos específicos en la dieta materna, o la falta de ellos, tiene un impacto en el desarrollo de alergias. Ni  qué partes del microbioma de una madre afectan el desarrollo inmune de un bebé. Pero sí que varios estudios convincentes han respaldado la idea de que hay que exponer a los niños a determinados alérgenos  para prevenir la infancia temprana, y tal vez incluso en la vida prenatal, en la prevención de enfermedades alérgicas. Se sugiere cambiar de hábitos de alimentación durante el embarazo como una forma de limitar el desarrollo de alergias, asma y dermatitis atópica.

Manos

Pero lo cierto es que, actualmente, no hay recomendaciones específicas para prevenir definitivamente las alergias en el feto. La mayoría de los expertos apoyan el mantenimiento de una dieta equilibrada durante el embarazo y la lactancia, ya que no se ha demostrado que las restricciones específicas de los alérgenos clave eviten el desarrollo futuro de enfermedades alérgicas en los niños.