Casi hace dos años que convivimos con el coronavirus. A pesar de todo, el origen de todo sigue siendo incierto. De hecho, la investigación internacional sobre el origen de la pandemia está "paralizada". Así lo denuncia este miércoles un panel de científicos en una carta publicada a la revista Nature. Además, también han subrayado que el tiempo para encontrar pruebas concluyentes sobre dónde y como surgió el virus se está acabando.

La viróloga Marion Koopmans, miembro del panel de científicos reunidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que viajó a China el mes de enero para intentar sacar el quid de la cuestión del origen del coronavirus, ha expuesto a la revista que quieren hacer "un llamamiento a la acción". Ella y el resto de compañeros firman el escrito donde exigen que se haga una segunda investigación al país que permita el acceso libre de científicos a todos los datos sobre los primeros casos detectados en este país. Además, también se pide que se puedan estudiar granjas donde el patógeno podría haber saltado de los animales a los humanos por primera vez.

"La oportunidad para realizar esta investigación crucial se está cerrando rápidamente: cualquier retraso hará que algunos de los estudios sean biológicamente imposibles. Comprender los orígenes de una pandemia devastadora es una prioridad mundial, basada en la ciencia," describen.

Una misión de 28 días

En el mismo escrito, se destaca que la misión duró 28 días en Wuhan. En este tiempo se pudieron entrevistar con profesionales clínicos, de laboratorio, de salud pública y visitar instituciones involucradas en la respuesta a la epidemia. Durante su estancia, contaron con un equipo de personal de la oficina de la OMS a China y de la sede de la OMS en Ginebra. Así, destacan que se intercambió mucha información entre los equipos internacionales y chinos. Pero también que la "hipótesis del origen del laboratorio era demasiado importante para ser ignorada" y en este sentido, destacan que "lo incluimos a las discusiones con nuestros homólogos chinos. E incluimos como una hipótesis del origen del SARS-CoV-2".

A pesar de estar 28 días, constatan que tuvieron un "tiempo limitado" sobre el terreno y que por lo tanto, se priorizó la comprensión del papel de los laboratorios durante los primeros días de la epidemia. Y destacan que "el equipo chino fue y sigue siendo reticente a compartir datos, como por ejemplo, los 174 casos identificados el pasado diciembre del 2019, citando preocupaciones sobre la confidencialidad del paciente". Además, subrayan que "el acceso a los datos sobre este caso no estaba especificado en el mandato, aunque la OMS lo había exigido durante la investigación, y lo ha hecho desde entonces."

"Las barreras legales y otras posibles barreras no pudieron abordarse durante el corto tiempo de la visita. Además, entonces, estaba claro que no era probable que los 174 casos fueran los primeros, por lo cual lo consideramos menos urgente para comprender los orígenes. Por lo tanto, se acordó que una segunda fase de estudios se centraría en estas preocupaciones y revisaría datos".

¿Qué concluyó el informe?

En el informe conjunto, recuerdan a la misma Nature, los miembros de los dos equipos concluyeron por unanimidad que había una clara evidencia de circulación generalizada del SARS-CoV-2 a Wuhan durante diciembre del 2019. A pesar de todo, no se llegó a ninguna conclusión sobre cuándo, dónde y cómo pasó.

¿Cuáles son las prioridades?

Los científicos han establecido seis prioridades para mantener los estudios de fase dos. En primer lugar, piden más estudios de rastreo, estudios sobre anticuerpos y encuestas de seguimiento de la comunidad. Estas últimas se tendrían que hacer en granjas de vida silvestre.

También detallan que haría falta evaluar murciélagos salvajes y hacer un análisis detallado de factores de riesgo. Además, subrayan que hace falta hacer un seguimiento e investigar cualquier pista nueva creíble.

 

 

Imagen principal: células (en gris) muy infectadas por el SARS-CoV-2 (en rojo) / Flickr Niaid