A la hora de comprar determinados utensilios de cocina o incluso textiles como alfombras se puede ver en la etiqueta que en su composición se encuentran determinadas sustancias químicas llamadas perfluoroalquilo y polifluoroalquilo, los conocidos como PFAS, que siempre están rodeadas de polémica, porque alteran el sistema endocrino y no se descomponen cuando se liberan al medio ambiente. De esta forma, continúan acumulándose con el tiempo.

Un equipo de expertos de la Universidad de Dinamarca del sur ha decidido estudiar cómo estos productos químicos pueden afectar los resultados del embarazo, el momento de la pubertad y otros aspectos de la salud reproductiva. Y la conclusión es sorprendente: las mujeres con niveles más altos de PFAS en su sistema pueden tener un 20% más de probabilidades de dejar de dar de mamar, según la investigación, que ha sido publicada en el Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism de la Endocrine Society.

“Nuestros hallazgos son importantes porque casi todos los seres humanos del planeta están expuestos a PFAS. Estos productos químicos artificiales se acumulan en nuestros cuerpos y tienen efectos perjudiciales sobre la salud reproductiva”, asegura la autora principal del estudio, Clara Amalie Gade​ Timmermann. “El destete temprano no deseado se ha atribuido tradicionalmente a factores psicológicos, que sin duda son importantes, pero esperamos que nuestra investigación ayude a cambiar el enfoque y resalte que no todas las madres pueden amamantar a pesar de las buenas intenciones y el apoyo de la familia y los profesionales de la salud”.

Niño mamando

Los investigadores analizaron muestras de sangre para determinar las concentraciones de PFAS y prolactina de hasta 1.286 mujeres embarazadas de la cohorte infantil de Odense. Las mujeres proporcionaron información sobre la duración de la lactancia materna en mensajes de texto o cuestionarios semanales a los tres y dieciocho meses posparto. Los investigadores encontraron que las mujeres con niveles más altos de PFAS en su sistema tenían un 20% más de probabilidades de dejar de dar de mamar antes de tiempo.

“Dado que la lactancia materna es fundamental para promover la salud tanto del niño como de la madre, los efectos adversos del PFAS sobre la capacidad de dar de mamar pueden tener consecuencias para la salud a largo plazo”, asegura Timmermann.