El 19 de marzo está marcado en el calendario como el Día Mundial del Sueño y este año adquiere una mayor relevancia dado que la larga duración de la pandemia de Covid-19 y las restricciones asociadas a esta para combatirla han ocasionado la denominada fatiga pandémica. Esta ha producido una mala higiene del sueño en muchas personas y distintos tipos de insomnio, como son el insomnio de conciliación, el insomnio de mantenimiento e insomnio de despertar precoz.

El impacto de la fatiga pandémica en la salud de las personas se manifiesta también mediante síntomas y enfermedades, como la irritabilidad, los dolores de cabeza, la ansiedad, la depresión y numerosos trastornos del sueño.

Mujer insomneLos trastornos del sueño son una de las consecuencias provocadas por la fatiga pandémica

Se estima que en torno al 30% de la población tiene confirmado alguno de estos síntomas de la fatiga pandémica. Aunque afecta a toda la población, no lo hace por igual en todos los colectivos. Los adolescentes y jóvenes se encuentran más afectados por la fatiga pandémica porque tienen menor tolerancia a las restricciones relativas a no salir y a otras normas que hay que cumplir. El impacto de la pandemia tampoco es el mismo para las personas que han logrado mantener su trabajo y salir a la calle a trabajar que aquellas que han tenido que teletrabajar y han perdido las relaciones sociales, ya que están más afectadas.

En cuanto a la higiene del sueño, por el hecho de permanecer encerrados en casa, ha sido más difícil mantener los horarios del sueño, descontrolándose de esta forma el horario para levantarse, dormir la siesta o irse a la cama ni los horarios de las comidas, al no salir o comer solos. Los horarios de las comidas también influyen en la regulación del sueño, puesto que el organismo produce una serie de sustancias que ayudan a quedarse dormidos.

Otro factor que ha influido en la desregulación de los horarios de sueño ha sido la falta de exposición a la luz solar, por ejemplo, durante el periodo del confinamiento. Al no salir a la calle, la melatonina –hormona que produce la glándula pineal del cerebro y que este produce para ayudar a conciliar el sueño– no se regula bien.

Mujer playaLa menor exposición al sol durante la pandemia hace que la regulación de la melatonina sufra y con ello, el sueño

El insomnio es el otro gran trastorno consecuencia de muchas de las patologías y problemas relacionados con la pandemia. Muchas personas se encuentran sometidas a una gran ansiedad y depresión, al tener problemas económicos, laborales, de conciliación o familiares enfermos, entre otros, lo que se conoce como insomnio de conciliación; o experimentan muchos despertares durante la noche, lo que se denomina insomnio de mantenimiento; o se despiertan antes de hora y no son capaces de volver a dormirse, de modo que padecen insomnio de despertar precoz.