Unos científicos alemanes de la Universidad Goethe de Frankfurt han encontrado la posible causa de los extraños trombos cerebrales que han provocado tanto las vacunas de AstraZeneca como de Janssen, que han afectado a una persona de cada 100.000 vacunadas. Según el análisis, que se encuentra en fase preliminar, estos trombos los provoca el hecho de que las células interpreten mal las órdenes que se les da.

A diferencia de Moderna y Pfizer, las vacunas de Janssen y AstraZeneca utilizan un sistema de adenovirus, que consiste en inocular al paciente el material vacunal en una dosis menor para que cree los anticuerpos. En cambio, las otras dos utilizan un nuevo sistema, que a través de un RNA mensajero le dan una nueva orden al ADN para que aprenda a desarrollar los anticuerpos contra la Covid.

En este contexto, en el caso de AstraZeneca y Janssen, la carga viral que se envía a las células para fabricar las proteínas del coronavirus y, por lo tanto, generar estos anticuerpos son malinterpretadas. Eso es lo que podría generar las coagulaciones.

dosis vacuna covid janssen / EFEDos dosis de la vacuna Janssen / EFE

Flotando por el riego sanguíneo

En concreto, problema es que la proteína del coronavirus Spike, en lugar de quedarse enganchada en la membrana, queda flotando por el riego sanguíneo, lo que acaba provocando estos trombos. "Casi todos los casos graves de infecciones por SARS-CoV-2 (COVID-19) sufren de acontecimientos tromboembólicos que ponen en peligro la vida a causa de los numerosos virus con proteína superficial de Spike en el torrente sanguíneo. Incluso los pseudovirus con proteína Spike en la superficie causan fuertes reacciones inflamatorias en los tejidos y las células endoteliales, lo que indica el peligro de esta proteína cuando está disponible de manera sistémica," se remarca en el estudio publicado en la revista científica Research Square.

Con todo, esta revista precisa que se trata de un estudio preliminar, es decir, el análisis todavía está en marcha, por lo que los resultados no son definitivos. Por eso, varios científicos han asegurado este jueves que, de momento, se trata de una hipótesis.

En el caso de Europa la vacuna de AstraZeneca se empezó a implementar en febrero, pero dos meses después se decidió detener su administración porque se detectaron extraños trombos cerebrales, que provocaron la muerte de una veintena de personas. En el caso de España, el ministerio de Sanidad ha reconocido este jueves que se han muerto cuatro personas que habían recibido la primera dosis de este tratamiento, que requiere dos. Al detalle, se han detectado una defunción por cada 100.000 personas que han sido inoculadas con este medicamento.

Principalmente, estos afectan a personas que tienen las plaquetas bajas, menores de 60 años y, en especial, a mujeres. Por eso, esta vacuna se determinó que se inoculara a usuarios entre 60 y 69 años, pero cuando se tomó esta decisión ya se había administrado cerca de dos millones de primeras dosis a los trabajadores esenciales por todo el territorio español. La semana pasada, el ministerio de Sanidad aprobó que los profesionales de este sector menores de 60 años recibieran la segunda dosis fuera con Pfizer, una campaña que se ha iniciado este jueves.

 

Imagen principal: Una dosis de la vacuna de AstraZeneca / EFE