Turquía está en el punto de mira del Ministerio de Asuntos exteriores de España por cuestiones sanitarias. En la página web del Ministerio se apuntan varias recomendaciones a la hora de viajar a cualquier país del mundo. En cada ficha se establece indicaciones de seguridad, las zonas que se pueden visitar y las que no, donde, por ejemplo, se pide no viajar a las provincias afectadas por el terremoto del pasado mes de febrero, que dejó a 46.000 víctimas mortales. Ahora el problema principal del cual se alerta es el peligro de realizar turismo sanitario en Turquía.

Peligro de las operaciones estéticas

El ministerio de Exteriores reza en su portal "nos consta que en los últimos meses, al menos cuatro ciudadanos españoles han muerto a consecuencia de someterse a intervenciones quirúrgicas de tipo cosmético en Turquía, y que un número parecido están sufriendo graves secuelas. Otras embajadas de países próximos informan de parecidas experiencias".

El debate sobre las cuestionables condiciones de seguridad de algunas clínicas que realizan este tipo de operaciones en Turquía ha aumentado durante las últimas semanas a consecuencia de una alerta del Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC) sobre 67 casos de botulismo vinculados a dos clínicas privadas de aquel país. Los pacientes, procedentes de Alemania, Suiza y Austria, pero también desde Turquía, se habían sometido a inyecciones intragástricas de neurotoxina botulínica, unas inyecciones de bótox en el estómago que buscan ralentizar la digestión y prolongar la sensación de saciedad.

¿Por qué se escoge Turquía para las operaciones estéticas?

Durante los últimos años, Turquía se ha especializado en el turismo sanitario, en concreto, en el estético. El motivo es porque una operación que en España roza los 8.000 euros, en Turquía la puedes hacer por 1.000 euros. Con respecto a los casos de botulismo, la Sociedad Española de Obesidad (Seedo) emitió un comunicado en el cual pedía investigar "motivos de mala praxis médica que pudieran ser causa de las complicaciones presentadas por estos pacientes, como la calidad de la toxina botulínica, las dosis administradas, la localización de las inyecciones y la profundidad con respecto a la capa muscular en la cual se realizan."

Con todo, lo que más preocupa son las intervenciones contra la obesidad. Desde Seedo apuntan que "durante el último año se ha generalizado en las Unidades de Obesidad la llegada de pacientes que consultan después de haber sido operados de obesidad grave en el extranjero, especialmente en Turquía." Entre las más preocupantes están las cirugías bariátricas, no tanto por la operación en sí, sino más en el posoperatorio, el seguimiento y las posibles complicaciones. En febrero de 2022, una joven de Sevilla, de 17 años, murió en Estambul mientras se operaba de una reducción de estómago. Por su parte, el departamento de Exteriores del Reino Unido indicaba que 22 británicos han muerto desde 2019 después de recurrir al turismo sanitario en Turquía. Las autoridades turcas facilitan este tipo de turismo con incentivos fiscales para la construcción de infraestructuras, además facilita los certificados y acreditaciones para que los hospitales puedan operar según la legislación técnica internacional.