La ensoñación excesiva es una condición por la cual determinadas personas dedican buena parte de su día a fantasear con situaciones muy detalladas y realistas que pueden durar horas, que les alejan de la realidad y de las tareas que tienen por delante y les impide llevar a cabo las tareas de una manera corriente. Son personas conscientes de que lo que piensan no es real, pero no pueden evitar evadirse en esos sueños continuamente y no hacerlo les genera mucha ansiedad.

Un grupo de expertos de la Universidad Ben Gurión en Israel, en colaboración con la Universidad de Haifa, ha concluido en una investigación que esta condición puede ser un mejor diagnóstico para algunas personas que el TDAH, a pesar de que todavía no ha sido reconocido como un síndrome psiquiátrico formal.

La doctora Nirit Soffer-Dudek del Laboratorio de Conciencia y Psicopatología del Departamento de Psicología de la Universidad Ben Gurión es una de las principales expertas en la afección y espera que esta nueva condición se agregue en la próxima edición del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, al promover una investigación rigurosa sobre el tema.

“Algunas personas que se vuelven adictas a sus fantasiosas ensoñaciones experimentan gran dificultad para concentrarse y centrar su atención en las tareas académicas y vocacionales, pero descubren que un diagnóstico de TDAH y el plan de tratamiento subsiguiente no les ayuda. Clasificar formalmente la ensoñación excesiva como un trastorno mental permitiría a los profesionales de la psicología ayudar mejor a muchos de sus pacientes”, asegura la doctora.

Mujer pensativa

En estudios previos llevados a cabo ya se habían encontrado altos niveles de TDAH en aquellos que también presentaban la ensoñación excesiva. Los expertos quisieron plantearse la cuestión de si esta condición no era en realidad TDAH, sino un trastorno diferente aunque tuviera parecidas consecuencias.

En la investigación realizada, publicada recientemente en el Journal of Clinical Psychology, los expertos. evaluaron a 83 adultos diagnosticados con TDAH con síntomas de falta de atención, depresión, soledad y autoestima. De ellos, alrededor del 20 % cumplió con los criterios diagnósticos propuestos para la ensoñación, con tasas significativamente más altas de depresión, soledad y baja autoestima, en comparación con aquellos con TDAH que no cumplían con los criterios.

“Esto quiere decir que hay un subgrupo de personas diagnosticadas con TDAH que en realidad recibirían un mejor tratamiento con un diagnóstico de ensoñación excesiva”, asegura la Dra. Soffer-Dudek.