Debido a la dureza de los vuelos espaciales, los científicos e investigadores han desarrollado métodos para ayudar a los astronautas a lidiar con los efectos de vivir en el espacio. Las personas que han ido al espacio han sufrido, por ejemplo, disminución de la masa muscular y la densidad ósea, así como otros efectos producidos por la radiación cósmica.

Ahora, una nueva investigación explica como este método de trabajo puede ayudar a las personas enfermas de cáncer. El estudio científico ha sido publicado en la revista científica Cell.  Según los expertos que han participado en él, ya se conocía que los efectos secundarios de los vuelos espaciales y la terapia contra el cáncer eran similares, pero ellos mismos se han sorprendido de los paralelismos existentes.

Paciente cáncer

Los científicos, que pertenecen al Centro de Cáncer Memorial Sloan Kettering en Nueva York, han explicado que los astronautas experimentan un trastorno llamado “niebla espacial”, que es similar a lo que los pacientes de cáncer denominan “cerebro de quimioterapia”. Ambos grupos experimentan disminuciones en el tamaño de los huesos, los músculos y el corazón. Para contrarrestar algunos de estos efectos, los astronautas de la NASA tienen programas de ejercicios completos e individualizados para antes, durante y después de una misión en el espacio. 

A las personas con cáncer que reciben quimioterapia, generalmente se les recomienda descansar. Para explicar esta disparidad, es útil volver la vista a los inicios del desarrollo de la Agencia del Espacio Americana, en los que se detalla el tipo de ejercicios destinados a los astronautas.  Y más curioso es ver que en la primera misión humana de la NASA en 1961 el éxito fue rotundo. En este sentido, se dieron cuenta de que no existía un programa similar de ejercicios destinado a pacientes con cáncer.

Por este motivo, se ha establecido una colaboración entre el Estado de Ohio y la NASA para ayudar a los investigadores a evaluar el riesgo de los niveles de radiación mientras la NASA se prepara para eventuales misiones espaciales a largo plazo. Y el objetivo es establecer un paralelismo entre los meses que un astronauta podría pasar en el espacio, con los meses en que una persona con cáncer podría recibir quimioterapia. Los pacientes sometidos a terapia pueden envejecer fisiológicamente 10 años en solo 6 meses. Estas disminuciones en la aptitud cardiorrespiratoria son notablemente comparables a las de los astronautas antes de que se introdujera el ejercicio en vuelo entre sus prácticas.

Astronauta flotando

Los expertos se extrañan de que el cáncer sea una de las pocas enfermedades crónicas importantes en las que el ejercicio no es un aspecto que se prescriba de forma sistemática y, por eso, proponen cambiar esta cuestión. Un programa de ejercicios tendría el potencial de mejorar dramáticamente la atención del cáncer para los diagnosticados, aseguran. De momento, ya han comenzado a implementar programas que incluyen ejercicios con cintas de correr y otro tipo de medidas que se utilizan con los astronautas. De momento, se está comenzando a trabajar con esta cuestión, pero esperan que los resultados sean muy buenos y que sea posible desarrollarlo de forma sistemática.