A pesar de que es bien sabido que la privación de sueño afecta muy negativamente al ser humano, un extenso estudio del Laboratorio del sueño y aprendizaje de la Michigan State University ha revelado que las consecuencias de la privación del sueño van mucho más allá de lo que la ciencia había dictaminado hasta ahora.

La investigación de los científicos norteamericanos no es solamente uno de los estudios más concienzudos que se han hecho al respecto, sino que entra a valorar cómo la privación del sueño afecta a hechos tan simples y cotidianos como la limpieza del hogar, o la capacidad de completar una serie de pasos sin perder el hilo, a pesar de posibles interrupciones.


Mujer somnolienta

El estudio, que ha sido publicado en el Journal of Experimental Psychology, bebe también de investigaciones previas de la propia universidad que cuantificaban el efecto que tiene la falta de sueño en la capacidad de una persona para seguir un determinado procedimiento y mantener la atención.

Según los autores, su investigación mostró que la falta de sueño duplica las probabilidades de cometer errores de mantenimiento y triplica la cantidad de fallas en la atención, hechos que no dudan en señalar como sorprendentes. Apuntan que las personas que están privadas de sueño necesitan tener precaución en todo lo que hacen, sin excepción, y que no pueden permitirse el lujo de confiar en que no cometerán errores costosos, algunos de los cuales pueden llegar a tener consecuencias trágicas, como los que se cometen al volante, por ejemplo.

Los hallazgos de los investigadores de la MSU desacreditan una teoría común que sugiere que la atención es la única función cognitiva afectada por la falta de sueño. En opinión de los científicos, “algunas personas con falta de sueño podrían ser capaces de mantenerlo unido bajo tareas rutinarias, como un médico que toma las constantes vitales de un paciente. Pero nuestros resultados sugieren que completar una actividad que requiere seguir múltiples pasos, como un médico que completa un procedimiento médico, es mucho más arriesgado en condiciones de privación del sueño”.

El estudio

Para realizar el trabajo científico se reclutaron a 138 personas voluntarias para participar en la evaluación del sueño nocturno. De entre ellos, 77 permanecieron despiertos toda la noche y 61 se fueron a casa a dormir. Todos los participantes realizaron dos tareas cognitivas separadas por la noche: una que midió el tiempo de reacción a un estímulo y otra que midió la capacidad de un participante para mantener su lugar en una serie de pasos sin omitir o repetir un paso, incluso después de interrupciones esporádicas. Luego, los participantes repitieron ambas tareas por la mañana para ver cómo la falta de sueño afectaba su desempeño.


Cansado

Después de ser interrumpidos, se dio una tasa de error del 15% por la noche y se vio que la tasa de error aumentó a alrededor del 30% la mañana siguiente para el grupo privado de sueño. Sin embargo, las puntuaciones matutinas de los participantes que habían descansado ​​fueron similares a los de la noche anterior.

En palabras de los científicos, “hay algunas tareas que las personas pueden hacer en piloto automático que pueden no verse afectadas por la falta de sueño. Sin embargo, la falta de sueño causa déficits generalizados en todas las facetas de la vida”.