La cantidad de sexo de la que disfruta una persona varía a lo largo de su vida y no se puede definir a través de una frecuencia concreta ni adecuada. Depende de múltiples factores entre los que se encuentran la edad, las fluctuaciones en el deseo sexual y el estado de la relación que se tiene con los demás.
También es cierto que muchas personas gozan de una vida plena y satisfactoria sin tener relaciones sexuales. De hecho, en teoría no se tiene por qué notar ningún efecto físico secundario como consecuencia de la abstinencia. Sin embargo, numerosos estudios han demostrado que mantener relaciones sexuales regulares produce beneficios para la salud, por lo que sí se podrían señalar algunos efectos de no mantener relaciones sexuales durante un periodo prolongado. Estos son algunos de ellos.
En los hombres, la salud de la próstata puede beneficiarse de la eyaculación frecuente. Un estudio realizado en 2016, por ejemplo, concluyó que los hombres que eyaculaban 21 veces al mes tenían un menor riesgo de padecer cáncer de próstata en comparación con los que eyaculaban de 4 a 7 veces al mes. Para las mujeres, la actividad sexual frecuente, ya sea en pareja o en solitario, puede fortalecer los músculos del piso pélvico, mejorar la función de la vejiga y reducir la incontinencia y las fugas.
No tener sexo se traduce, asimismo, en un peor funcionamiento del sistema inmunológico. Según un investigación llevada a cabo por la Universidad de Pennsylvania, las personas que practican sexo una o dos veces por semana incrementan hasta en un 30% los niveles de inmunoglobulina A, un tipo de anticuerpo que se encuentra principalmente en las de las vías respiratorias y el tracto gastrointestinal, así como en la saliva y las lágrimas, fundamentales para impedir el desarrollo de virus.
Los hombres que pasan mucho tiempo sin tener relaciones sexuales tienen un mayor riesgo de experimentar disfunción eréctil. Tal y como reveló un artículo publicado en el American Journal of Medicine, concretamente hay un doble de posibilidades de sufrirla entre los hombres célibes.
La ciencia también ha demostrado que el sexo es una buena forma de mantener a raya la ansiedad. Aquellas personas que se abstienen de tener relaciones sexuales durante un periodo de tiempo prolongado, tiene mas posibilidades de tener problemas a la hora de enfrentarse a situaciones estresantes.
Las mujeres que están atravesando la menopausia también pueden sufrir efectos más negativos en el caso de no tener relaciones sexuales. De hecho, el no tener penetración vaginal se traduce en que las paredes vaginales pierdan su grosor y terminen derivando en relaciones sexuales dolorosas.