Cuando una persona se somete a una cirugía se producen una serie de cambios en su vida que, en algunas ocasiones, puede llevar acompañada la aparición de una depresión. De hecho, no es nada infrecuente. Los factores que pueden contribuir a esta depresión son muy diversos.

Entre ellos está el haber padecido depresión antes de la operación, sufrir dolor después de la misma, reacciones a la anestesia o a los analgésicos, el miedo derivado de la cirugía en sí, el estrés físico y emocional de la cirugía, las preocupaciones sobre su la recuperación y sobre si se va a poder recuperar la vida normal, la ansiedad por posibles complicaciones o los sentimientos de culpa por depender de los demás, aunque depende como es lógico de cada caso.

CirugíaEs bastante habitual que surjan depresiones tras somerterse a una cirugía

La ciencia ha estudiado este vínculo. De hecho, existe un estudio llevado a cabo por expertos de la Universidad de Iowa que analiza esta cuestión y demuestra la incidencia de depresión en las personas recién operadas.

Por tipos de cirugía, hay investigaciones como este estudio, realizado en Canadá, que demuestran que, por ejemplo, que la depresión puede afectar al 20 por ciento de las personas con artrosis y se operan de la rodilla. En el caso de una cirugía cardíaca es tan común que tiene su propio nombre: depresión cardíaca. Según la Asociación Estadounidense del Corazón, aproximadamente el 25 por ciento de todas las personas que se someten a una cirugía cardíaca experimentarán depresión como resultado.

Es importante detectarla

Conviene estar atento porque los síntomas de la depresión postquirúrgica pueden ser fáciles de pasar por alto porque algunos de ellos pueden ser similares a los efectos secundarios de la cirugía, como dormir en exceso o dormir con más frecuencia de lo normal, irritabilidad, pérdida de interés en las actividades, fatiga ansiedad, estrés o desesperanza. Es aconsejable que si los síntomas persisten, se acuda a un especialista para evitar que se cronifiquen. Además, se pueden tomar otras medidas para ayudar a paliar estas consecuencias.

Consejos

Si la cirugía o el problema de salud afecta a la movilidad, es importante intentar salir al exterior con la ayuda que sea necesaria, para evitar estar todo el tiempo en casa. Siempre que sea posible, hay que evitar los pensamientos negativos y centrarse en lo positivo, sobre todo cuando la cirugía ha ido bien aunque tenga consecuencias a medio plazo. También, es adecuado establecerse metas realistas y fijarse mucho en los avances, por pequeños que sean. En este sentido, el establecimiento de objetivos por escrito pueden ser útiles para analizar la situación con más perspectiva.

Mujer deprimidaDesechar lo negativo y abrazar lo positivo es fundamental para evitar caer en una depresión postquirúrgica

En general, es bueno concentrarse en la recuperación a largo plazo en lugar de la frustración de no estar donde se quiere tan rápido como a uno le gustaría. Además, hay que tener en cuenta los consejos para tener una buena salud en general que en este caso cobra aún más relevancia, como hacer ejercicio en la medida que se pueda, llevar una dieta equilibrada para sentirse mejor y controlar el peso e ingerir los nutrientes adecuados para una buena recuperación. Por eso hay que consumir muchas frutas y verduras frescas y evitar los alimentos procesados con grasas y azúcares añadidos.