La Coordinadora Residencias 5+1, agrupación de familiares que velan por unas condiciones dignas en estos centros, ha notificado que ha llevado ante la justicia el Plan Sectorial que publicó la Conselleria de Salut del Govern el pasado mes de junio. Con la finalidad de cambiar las condiciones y normas que marca el texto para las personas mayores que viven en las residencias, esta entidad ha presentado un recurso ante el TSJC de Catalunya. Uno de los aspectos fundamentales que denuncian es la falta de plenos derechos, recogidos en la Constitución, que tienen los que están ingresados. ¿Lo más relevante? La limitación para salir y su libertad.

¿Qué dice el Plan?

Para el control y limitación de la expansión del coronavirus, las residencias tienen otorgada una categoría dependiendo del grado de peligro de que haya de rebrote: áreas verdes o rojas, y estas con matices. La consideración más denunciada es que sean los propios centros quienes determinen si un residente puede salir o no. En la página 37 del documento del Plan sectorial se especifica: "A consideración de la Dirección del centro, de acuerdo con la autonomía del paciente y siempre que sea una actividad que habitualmente realizaba al residente, se valorará si puede salir solo o tiene que ir acompañado de familiares y/o de profesionales".

Se recomienda no coger ningún transporte público. Según el perfil del residente hay que aconsejar, por parte de la dirección del centro, evitar las salidas". Esta restricción también se ha hecho extensiva a los fines de semana y las vacaciones: "Hará falta que se autorice por la dirección del centro y que, en la medida en que sea posible, forme parte de una unidad convivencial con otros residentes que también tengan contacto con el exterior y puedan estar sectorizados".

Denuncian el control en manos del Ibex-35

Desde la Coordinadora, la respuesta es contundente: "Dejan en manos de empresas del Ibex-35, como Eulen y la Constructora OHL, y fondos de inversión, decidir si la gente puede ejercer su derecho constitucional de libertad de movimientos, como si las empresas tuvieran la tutela de nuestros familiares y sin que podamos opinar de este tema". Los familiares denuncian que en la práctica eso se ha traducido en que "muchas residencias no permiten la entrada de los familiares aunque no haya ningún positivo ni sospechoso" y cita algunos ejemplos: autorizaciones semanales y de sólo media hora y visitas de un solo familiar aunque este pueda venir contagiado en un segundo encuentro. La Coordinadora está convencida de que eso sólo sirve para ahorrarse una limpieza superior o el gasto de más material como EPIs, y, en última instancia, denuncian que no saben "qué está pasando exáctamente dentro de las residencias".

Consecuencias físicas y psíquicas

Al aislamiento absoluto que ya sufrieron durante el confinamiento y la lenta progresión hacia la reapertura de las residencias ha provocado que algunas de las personas mayores que viven en las residencias sufran problemas de salud. Destacan los psicológicos: depresiones, sentimientos de culpabilidad porque piensan que ya no les quieren ver, tristeza, problemas de sueño, sentimientos de inutilidad o estrés. La Coordinadora también subraya un "alto grado de muerte por ictus". Las personas más vulnerables son aquellas que ya sufrían una enfermedad previa o tenían un deterioro cognitivo. Por eso piden aumentar la práctica del ejercicio físico y más contacto social.