Uno de los problemas más comunes que las personas tienen con las uñas de los pies es la infección por hongos, pero es muy habitual que pase desapercibido o que no se le conceda mucha importancia. En nuestro organismo, tanto interna como externamente, convivimos con una gran cantidad de microorganismos, incluidos hongos y levaduras. Muchos no se manifiestan nunca, pero algunos de ellos tienden a crecer demasiado, causando infecciones y una gran cantidad de síntomas, desde picazón indolora hasta olores extraños.

Esto es exactamente lo que sucede cuando se produce un ataque de hongos en las uñas de los pies. El hongo de las uñas de los pies, también llamado onicomicosis, es el término general para un puñado de microorganismos que pueden infectar una o más de las uñas de esta parte de nuestra anatomía. La infección suele ser el resultado de un corte, raja o abertura superficial cerca de la uña del pie, por donde el hongo puede colarse y propagarse, causando una infección. Las infecciones pueden variar desde leves o apenas perceptibles hasta graves, afectando a varias uñas de los pies y provocando dolor o deformación de la misma.

Existen tres tipos diferentes de hongos en las uñas de los pies: onicomicosis subungueal distal, onicomicosis superficial blanca y onicomicosis por cándida, siendo básicamente siempre los responsables los mohos y las levaduras. Un tipo de moho, conocido como dermatofito, que solo crece en estructuras productoras de queratina como los folículos pilosos y las uñas, es el responsable de alrededor del 60% de las infecciones en las uñas de los pies. Es el que provoca la onicomicosis subungueal distal.

Otro tipo de moho, la onicomicosis superficial blanca, no es dermatofito, lo que significa que comienza infectando la capa superior de la uña en lugar de los folículos causa la superficial blanca. Y finalmente, la onicomicosis por cándida es causada por el crecimiento excesivo de levaduras; este es el tipo menos común.

Existe una variedad de síntomas que pueden producirse con cualquier infección por hongos en las uñas de los pies, pero los síntomas más comunes son engrosamiento de uñas, amarilleo, pardeamiento o decoloración, desmoronamiento de las mismas, rotura anormal o frecuente, uñas con formas inusuales, separación de la uña del lecho ungueal, dolor y mal olor.

Dedos de los pies
Por qué deberías hacer más caso a los hongos de las uñas de tus pies

Por lo general, las personas con grietas en las uñas de los pies o con uñas debilitadas son las que corren mayor riesgo de infección, por eso tiene más prevalencia en las personas mayores, las que tienen lesiones superficiales en los dedos de los pies y las personas con ciertas afecciones de la piel, como la psoriasis. Otros factores de riesgo comunes son tener diabetes, antecedentes de pie de atleta o un sistema inmunológico debilitado, usar zapatos que no le calcen bien, tener mala circulación, sudar más de lo habitual, especialmente en los pies, ser hombre, fumar y pasar mucho tiempo en el agua o caminar en áreas húmedas.

Uno de los grandes problemas es que a veces son especialmente persistentes y difíciles de curar. El tratamiento más eficaz es un medicamento antimicótico sistémico oral una vez al día durante 12 semanas. Cura alrededor del 75% de los pacientes, pero el 25% no lo consigue y necesita un tratamiento repetido o incluso un tratamiento quirúrgico, como quitar la uña del pie.

En cuanto a la prevención, los mejores consejos son usar cazado en zonas públicas, especialmente en las superficies que suelen estar mojadas, como piscinas y gimnasios; mantener las lesiones de los pies limpias y cubiertas hasta que se curen, usar zapatos transpirables y tener las uñas de los pies constantemente limpias, secas, recortadas y libres de esmalte de uñas.