La curcumina es el compuesto activo de la especia de la cúrcuma, tan de moda en los últimos años, pero que siempre ha sido una de las bases de las comidas orientales. Siempre se ha hablado mucho sus propiedades antiinflamatorias pero lo cierto es que los científicos se han encontrado con muchas dificultades para validar estos beneficios de la curcumina con estudios clínicos.

La incapacidad del cuerpo para absorber fácilmente la curcumina ha sido una de las causas por las que no se ha podido constatar científicamente, y eso que los expertos llevan años investigando pruebas científicas de que la curcumina puede ayudar en el tratamiento contra diversas enfermedades como el cáncer, las enfermedades cardíacas, el Alzheimer y muchas otras afecciones crónicas de la salud.

Ahora, investigadores de la Universidad de Australia del Sur (UniSA), la Universidad McMaster en Canadá y la Universidad Texas A&M han demostrado en un estudio que la curcumina se puede administrar de manera efectiva a las células humanas a través de diminutas nanopartículas.

Los expertos han formado un equipo internacional que ha desarrollado una nano formulación que cambia el comportamiento de la curcumina para aumentar su biodisponibilidad oral en un 117%.

Los investigadores han demostrado en experimentos con animales que las nanopartículas que contienen curcumina no solo previenen el deterioro cognitivo sino que también revierten el daño. Este hallazgo allana el camino para los ensayos de desarrollo clínico para el Alzheimer.

Cuchara con curcumina

“La curcumina es un compuesto que suprime el estrés oxidativo y la inflamación, ambos factores patológicos clave para la enfermedad de Alzheimer, y también ayuda a eliminar las placas amiloides, pequeños fragmentos de proteína que se agrupan en el cerebro de los pacientes con enfermedad de Alzheimer”, aseguran los expertos. Ahora se está probando el mismo método de administración para demostrar que la curcumina también puede prevenir la propagación del herpes genital.

“Para tratar el herpes genital (HSV-2) se necesita una forma de curcumina que se absorba mejor, por lo que debe encapsularse en una nano formulación”, afirman. “La curcumina puede detener el virus del herpes genital, ayuda a reducir la inflamación y la hace menos susceptible al VIH y otras ITS”.

Las mujeres son biológicamente más vulnerables al herpes genital ya que las infecciones bacterianas y virales en el tracto genital femenino (FGT, por sus siglas en inglés) deterioran la barrera mucosa. La curcumina, sin embargo, puede minimizar la inflamación genital y el control contra la infección por HSV-2, lo que ayudaría a prevenir la infección por VIH en el FGT.