La región italiana del Véneto se ha convertido en la primera del país que ha aliviado el confinamiento del coronavirus, en contradicción con el plan del gobierno central de elevar las restricciones como unidad.

El Véneto, al lado de Lombardía, fue una de las primeras regiones afectadas por el virus, pero sólo ha sufrido una décima parte de las muertes de Lombardía.

El presidente de la región del Vèneto, Luca Zaia, levantó varias restricciones, entre las que se encuentran, permitió la apertura de restaurantes, cementerios y algunas tiendas.

El primer ministro Giuseppe Conte, previamente, había advertido que no "permitiría divisiones" entre las diferentes regiones italianas y que la actividad en Italia se reanudará "del todo" a partir del 4 de mayo.

Zaia, miembro del partido de la extrema derecha, dijo que tenía el deber de mantener la promesa, que hizo el 13 de abril, de revisar las restricciones si la salud de los pacientes con coronavirus mejoraba.

Algunos ven esta decisión como un gesto político. Consideran que podría ser un intento por mejorar su perfil político ante una posible toma de poder de la Liga, cuyo liderazgo ha sido atacado por su mala gestión de la Covid-19 en Lombardía.

"El gobierno ha actuado con muchos retrasos y eso ha abierto un espacio político en las regiones", dijo el profesor de historia política de la Universidad Luiss de Roma Giovanni Orsina.

"Zaia tiene claramente aspiraciones al liderazgo nacional", añadió. "El líder de la Liga, Matteo Salvini está debilitado y la población está cansada del confinamiento, por lo cual esta política ahora tiene éxito, pero no lo hubiera tenido hace un mes".