Aproximadamente un 10% de las mujeres sufre un trastorno por el cual su deseo sexual es muy bajo; una disfunción de la que se habla muy poco, pero que tiene un gran impacto en la autoestima de la mujer, en su imagen corporal y en la confianza en sí misma.

Responde al nombre de trastorno del deseo sexual hipoactivo. Aunque se calcula que tres de cada cinco mujeres atraviesan en su vida etapas de bajo deseo sexual, se habla de este trastorno cuando esta situación se prolonga durante un tiempo superior a seis meses y está asociada a otros aspectos como ansiedad, angustia y dificultades en las relaciones interpersonales.

La viagra femenina por inyección

La FDA, la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos por sus siglas en inglés, ha aprobado un nuevo medicamento para las mujeres que padecen esta disfunción: su nombre es bremelanotide aunque se venderá con la marca Vyleesi. Consiste en una inyección que debe administrarse aproximadamente 45 minutos antes de mantener una relación sexual y que está compuesta por una hormona sintética que activa los receptores cerebrales clave involucrados en las respuestas sexuales al reducir la inhibición y aumentar la excitación neuronal.

La previsión es que esté disponible en las farmacias para el mes de septiembre y la FDA, en un comunicado, ha asegurado que puede ayudar a muchas mujeres a superar esta disfunción. En concreto, Hylton Joffe, director del Centro para la Evaluación de Drogas de la FDA e Investigación de la División Ósea, Reproductiva y de Productos Urológicos, ha asegurado que se trata de un medicamento “seguro y efectivo”.

La controversia

Pero lo cierto es que existe controversia al respecto, porque desde algunos sectores se ha criticado que se aprueben estos fármacos como la panacea para el deseo sexual femenino cuando los estudios no demuestran de una forma clara su eficacia.

Vyleesi no es el primer medicamento que se aprueba con el objetivo de aumentar el deseo sexual femenino

Este nuevo fármaco se ha probado en dos ensayos aleatorios realizados con más de 1.200 mujeres premenopáusicas durante 24 semanas que tomaron el fármaco dos o tres veces al mes y nunca más de una vez a la semana. A un grupo de ellas se les suministró placebo. En el grupo que utilizó Vyleesi, un 25% experimentó un aumento de su deseo sexual, en comparación con el 17% de las que tomaron un placebo. También se concluyó que el 35% de las que lo tomaron vieron disminuida su angustia y ansiedad frente al 31% de las que se les suministró el placebo. En cuanto a los efectos secundarios, se produjeron dolores de cabeza, enrojecimiento y náuseas.

Vyleesi no es el primer medicamento que se aprueba con el objetivo de aumentar el deseo sexual femenino. Sin ir más lejos, en Estados Unidos ya se aprobó en 2015 otro fármaco destinado a este fin, pero lo cierto es que ninguno está teniendo el éxito de su equivalente masculino, la famosa viagra.