Desde todas instancias médicas a nivel mundial, se ha hecho un especial énfasis en la necesidad de hacer test que detecten los casos positivos para poder ir avanzando en la desescalada y poder controlar el avance de la pandemia. Pero lo cierto es que existe mucha confusión acerca del tipo de pruebas que se están haciendo, su fiabilidad y la cantidad de personas a las que se les está practicando.

Tal y como se explica desde la OCU, estos test deben realizarse en primer lugar a los colectivos más expuestos: personal sanitario, residentes y personal de residencias de ancianos, fuerzas de seguridad, trabajadores de servicios esenciales… Y una vez asegurado el acceso de todos ellos a las pruebas diagnósticas, deben realizarse al común de la población. Este es el único modo de realizar la desescalada con seguridad.

Mascarilla carro

Hay dos tipos de pruebas de detección del coronavirus, las que detectan la presencia del virus y las que detectan los anticuerpos que el organismo produce frente al virus.

Las primeras son las pruebas PCR, que detectan la infección desde prácticamente el primer momento y también cuando ha desaparecido y ya no hay presencia de virus en el organismo. El problema es que es compleja de realizar y no está al alcance de cualquier laboratorio. Como muestra se usa generalmente esputo o exudado nasal o faríngeo. Y otro de los grandes problemas es que con ella no se sabe si una persona ha pasado o no la enfermedad, porque la detecta en el momento de la infección. Por lo tanto, no sirven para saber la extensión de la pandemia en su conjunto.

Por otro lado están las pruebas serológicas, que no detectan la presencia del virus, pero sí confirman que el organismo de la persona ha sido infectado, porque si resultan positivas al detectar anticuerpos quiere decir que se ha producido una reacción inmune. El principal problema en este caso es una prueba que puede resultar negativa en los primeros días de la infección, porque no se ha producido todavía una gran reacción por parte del organismo y el nivel de anticuerpos es muy bajo. La parte positiva es que siguen siendo positivas una vez que la infección está curada, por lo tanto si que permiten conocer la extensión de la pandemia en una zona determinada

Prueba COVID 19

A esto hay que añadir que la Comisión Europea ha subrayado que es necesario que antes de utilizar cualquier test es importante que sea validado en la población en la que se quiere utilizar. Y esto se hace mediante una serie de pruebas que lo que hacen es comprobar los rangos de sensibilidad y especificidad y si son aceptables en comparación con otros test cuya eficacia ya está suficientemente probada.

Por lo tanto, uno de los grandes problemas es que la complejidad de las pruebas diagnósticas está provocando un retraso a la hora de poner en marcha una acción masiva de test entre la población y, por lo tanto, conocer realmente el número de infectados.