Desde que el pasado marzo nos vimos atrapados por la pandemia de la Covid-19, millones de personas han sufrido desgraciados procesos vitales, de salud, laborales o de relaciones sociales. En líneas generales, nuestra calidad de vida es peor que hace unos meses y es cada vez más habitual que la ansiedad se apodere de muchas personas. Una situación que aunque pueda preocupar, es normal dado todo lo que estamos viviendo. Por eso, vamos a ver una serie de consejos que nos ayuden a salir de esa situación tan indeseada como incapacitante.

No fuerces tu manera de pensar

No tenemos reglas, experiencia previa o modelos a seguir para una pandemia como esta. Puedes sentirte perdido, confundido, ansioso y preocupado. Son emociones totalmente normales. Permítete estos sentimientos y ten paciencia con los problemas.

No intentes alejar sus sentimientos difíciles ni te obligues a pensar en positivo, ya que negarás la realidad. Todas las emociones son válidas, incluso las más difíciles. Tratar de reprimirlas y reemplazarlas con pensamientos positivos es una tarea imposible y poco saludable.

Maneja tus sentimientos

Encuentra una forma segura y controlada de reconocer y expresar tus emociones difíciles. Por ejemplo, escribiéndolas en un diario o en un texto, hablando con un amigo, haciendo ejercicio físico o practicando yoga o meditación. Si tus síntomas son graves e interfieren con tu capacidad para funcionar con normalidad, contacta con un especialista en salud mental. Sobre todo, piensa en cómo responderías a un amigo que lucha en una situación como esa y aplica ese mismo consejo a ti mismo.

Escribir

Escribir sobre uno mismo, ayuda a superar los momentos difíciles

Sé realista, rebaja tus expectativas

No es realista pensar que puedes con cualquier cosa. En lugar de hacerlo, intenta priorizar una o dos cosas y deja las otras un poco de lado por el momento. Tómate un tiempo para tu cuidado personal. No debes preocuparte si no puedes rendir como siempre en el trabajo o si tu casa no está tan limpia u ordenada como siempre. Es algo temporal. Concéntrate en los asuntos de alta prioridad y no te exijas demasiado.

Aprovecha la situación al máximo

Debes distinguir entre las cosas que puedes controlar y las que no. Acepta las incertidumbres del futuro y, al mismo tiempo, identificar áreas de tu vida que puedes controlar es un buen punto de partida.

¿Puedes salir a caminar al aire libre? Entonces hazlo a diario. Si tienes hijos, intentar involucrarlos en las tareas del hogar y enséñales a cocinar y a lavar la ropa, por ejemplo. Si te puedes permitir el lujo de dormir un poco más, hazlo.  Vivimos con una gran privación del descanso que necesitamos, así dormir algo más te ofrecerá muchos beneficios. Sobre todo, para el descanso de la mente.  

Ofrécete como voluntario en cualquier actividad para la que tengas cierta habilidad. Hacer voluntariado nos hace más felices y mejora nuestra calidad de vida.

Mantén tus rutinas

Dormir algo más es bueno, pero al mismo tiempo no conviene entregarse al sueño. Trata de mantener tus horarios y rutinas habituales aunque las modifiques un poco debido a la situación que estamos viviendo. Tener horarios establecidos para trabajar, para las comidas, las actividades y acostarse más o menos a la misma hora ayuda mucho. Por otra parte, trata de evitar el alcohol mientras no te sientas del todo recuperado.

Sin dormir

Dormir algo más de lo habitual es bueno, pero cuidado con entregarse a ello

Guarda la distancia física, no la social

Es fácil aislarse socialmente cuando se nos aconseja mantenernos alejados de los demás, especialmente de las personas que viven solas. Por eso, haz un esfuerzo especial para mantenerte en contacto con familiares, amigos y colegas a través del Whatsapp, las videollamadas y el teléfono. Organice reuniones virtuales de y comparte conversaciones, comidas o aficiones con tu gente afín. No te aísles. Los beneficios para la salud del apoyo social son innumerables.