Un nuevo estudio llevado a cabo por el Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH) y los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos ha ofrecido una nueva perspectiva sobre cómo nuestras experiencias durante una tarea o interacción dan forma a nuestro estado de ánimo actual. El estudio The temporal representation of experience in subjective mood (La representación temporal de la experiencia en el estado de ánimo subjetivo) sugiere que las primeras impresiones pueden tener un efecto mayor en nuestro estado de ánimo que las más recientes en un suceso o un proceso que atravesamos.

Se cree comúnmente que las experiencias finales al realizar una tarea o tener una interacción con otra persona pueden tener el efecto más fuerte en cómo se siente una persona en un momento dado. Pero en una serie de experimentos, los investigadores demuestran que las experiencias primeras pueden tener un impacto más significativo de lo que se pensaba.

La autora del estudio, Hanna Keren, y su equipo analizaron cómo un suceso puede afectar nuestro estado de ánimo actual mediante un enfoque informático novedoso.

El estudio

Reclutaron a un grupo de voluntarios adultos para participar en un juego de apuestas online con pequeñas recompensas monetarias basadas en su éxito en el juego. Invitaron a los voluntarios a informar sobre sus estados de ánimo utilizando una escala móvil en varios puntos durante el juego. En una segunda serie de experimentos, reclutaron a un grupo de adolescentes voluntarios para que jugaran un juego similar en el laboratorio mientras medían la actividad cerebral de estos participantes utilizando imágenes de resonancia magnética funcional. También recopilaron datos sobre si los participantes tenían depresión, ya que esto también puede afectar el estado de ánimo actual de una persona.

MonopolyLos juegos permiten descubrir aspectos como los que han sido objeto de investigación en el estudio

Los investigadores encontraron que los primeros eventos durante el juego tuvieron el mayor impacto en el estado de ánimo tanto en los grupos de adolescentes como de adultos. Esto también fue así en las personas con y sin depresión. Sus datos de imágenes también sugirieron que las experiencias anteriores en el juego encendieron partes del cerebro frontal asociadas con los estados de ánimo, en lugar de eventos posteriores.

En conjunto, los hallazgos plantean algunas preguntas importantes, como por qué las experiencias adversas al principio de una tarea o interacción pueden tener efectos duraderos en el estado de ánimo de una persona. Los estudios futuros que evalúen el impacto de los eventos en el estado de ánimo durante períodos de tiempo más prolongados podrían ayudar a responder estas preguntas.

Keren y el equipo sugieren que su trabajo actual puede tener implicaciones en la forma en que los médicos que brindan atención de salud mental interactúan con los pacientes o evalúan la efectividad de su tratamiento, ya que el momento de las buenas y malas experiencias puede afectar cómo se sienten los pacientes sobre su tratamiento.